Nelly Fernández, coordinadora de salud mental de NPH Internacional, estuvo recientemente en 4 países formando y capacitando al personal que trabaja día a día en los programas de NPH.
Uno de los pilares de NPH es que nuestros trabajadores y todas las personas en nuestros programas tengan un apoyo y formación constantes, de esta manera se les provee con las herramientas necesarias para que puedan seguir ejerciendo y se les empodera.
Nelly Fernández, quien forma parte de NPH Internacional desde hace más de 10 años y del departamento de Salud Mental y Desarrollo, es una de las personas encargada de capacitar y buscar estas formaciones en los países donde desarrollamos programas, para asegurarnos también que siempre estamos bajo las directrices internacionales dadas por UNICEF y Naciones Unidas.
Las últimas formaciones se llevaron a cabo en NPH Guatemala, El Salvador, República Dominicana y Honduras y estuvieron enfocadas en proveer herramientas para manejar los traumas, el autocuidado, trabajo en equipo y talleres para jóvenes.
Junto a Nelly Fernández, Alicia Gruning estuvo acompañando la formación en algunos países para integrar también la parte de atención a la discapacidad y la inclusión.
244 empleados de los cuatro países participaron, incluyendo cuidadores, psicólogos, trabajadores sociales, personal administrativo y profesores. Adicionalmente, Nelly también participó en dos talleres internacionales, uno de educación y otro de fortalecimiento familiar, donde tocó el tema de Práctica Informada en Trauma, específico para directores de escuela y trabajadores sociales, donde participaron 324 empleados y 50 jóvenes.
Una de las mayores dificultades de estos equipos es la falta de personal para todas las personas que tienen que atender, y esto puede derivar en un trabajo emocionalmente muy demandante y agotador, además como explica Nelly: “Cada vez llegan a los programas residenciales casos más complejos, hemos hecho un gran esfuerzo en reintegrar las familias que si pueden ser reunidas y en fortalecer las comunidades, los niños y niñas que permanecen bajo el cuidado de NPH suelen tener casos más complicados, y comportamientos y crisis que son un reto para el personal, que requiere de más formación y especialización para dar el apoyo que los niños necesitan y que puedan establecer relaciones sanas con quien les rodea, que puedan integrar el trauma y sentirse seguros para crecer y desarrollarse.” Pero además de estas dificultades, Nelly apunta otro reto muy importante: “Desgraciadamente otro reto es la retención de los educadores, los salarios y la alta demanda emocional hacen que sea un trabajo que no todo el mundo está dispuesto a hacer y, por lo tanto, tenemos que proveer una constante formación de los nuevos miembros del personal.”
Las formaciones son un espacio para que los trabajadores de NPH refuercen conocimiento, compartan experiencias y adquieran otras nuevas para tener las herramientas más actualizadas que beneficiara a los niños directamente. “Me gusta hacer las capacitaciones experienciales, aunque muchos saben la teoría, a menudo no cala hasta que se experimenta”. – dice Nelly cuando explica la dinámica de estas formaciones “Así suelo hacer muchas dinámicas para que se pongan en situación, empatizan con esa imposibilidad de controlar emociones o tomar las mejores decisiones cuando estás anclado en los mecanismos de supervivencia, y eso nos pasa a todos en mayor o menor medida. Todos somos diferentes, pero al final nuestro cuerpo y cerebro son sabios y están hechos para sobrevivir… y eso no es fácil de cambiar, pero se puede, con consistencia, coherencia y creando espacios seguros, no solo físicamente, sino emocionalmente.”
Desde NPH es importante ofrecer estas capacitaciones y formar a nuestro personal, a veces este está tan enfocado en el día a día que resulta difícil coger perspectiva para actuar de la mejor manera, por eso es esencial que alguien como Nelly Fernández con experiencia en el terreno y con una mirada más imparcial pueda apoyarles.
Nelly, que hace años que trabaja en el área de NPH Internacional, fue antes voluntaria y también directora de la casa de NPH República Dominicana, por lo que puede conectar con los empleados de manera personal. “Es importante que constantemente estemos ofreciendo estas capacitaciones, ya que, por ejemplo, no hay una carrera de educador social en muchos de los países donde está NPH, la rotación del personal es alta, la crianza con respeto no está culturalmente extendida y se tiende a confundir con educación sin límites, la salud mental está involucrada en todas las áreas, sobre todo trabajando en puestos de alta demanda emocional.”
Por supuesto hacer estas formaciones no siempre es fácil o posible “Intento hacer una al año presencial, pero no me da tiempo a hacer todos los países en un año” – dice Nelly –“así que intento que sea cada dos, porque cuando llego a un país involucro a todo el personal y a los jóvenes en varias temáticas, como me dicen en Honduras, “hay que exprimirte al máximo cuando estás aquí” y eso me hace sentir muy querida y valorada, y además intento tener reuniones individuales y con equipos. En general, paso de dos a tres semanas en cada país, sin contar con los talleres internacionales.”
Uno de los temas que se toca en estas formaciones es la Práctica Informada del Trauma, ya que muchos de los niños, niñas y personas con las que se trabaja en NPH han tenido experiencias adversas en la infancia, y estás a menudo pueden influenciar en su desarrollo, el manejo emocional y la capacidad de aprendizaje. Así es importante que los cuidadores sepan las posibles reacciones de los niños y porque, para reaccionar de la manera más segura o ajustada a la situación y estar atentos a los posibles detonantes.
También se habla del autocuidado, porque la mayor parte de los equipos está muy sobre trabajado, son muy pocos para todo lo que hay que hacer, en administración la mayoría realiza más de un trabajo y por vocación hacen más de lo necesario, el trabajo directo con los niños es un trabajo de alta demanda y con una carga emocional muy fuerte. También se impulsa el trabajo en equipo, ya que a menudo los equipos trabajan por departamentos y aunque hay muchas dependencias de uno a otro, hay poca comunicación interdepartamental. Por último, en algunos países se trabajó con técnicas de libración emocional para psicólogos.
Además, Nelly impartió talleres de educación sexual, relaciones sanas y estereotipos de género para los jóvenes en República Dominicana y El Salvador.
“Me gusta que los empleados se sientan orgullosos y satisfechos de lo que han conseguido.” – argumenta Nelly – “creo que es muy importante también, porque a menudo nos enfocamos en lo que no conseguimos y nos olvidamos de lo que sí, y a la larga esto merma la confianza en uno, la motivación y la esperanza. Y en este trabajo hay que tener mucha esperanza. Así que considero que mi trabajo, como en el área de salud mental y desarrollo de la niñez y juventud, es valorar, motivar, apoyar, dar esperanza y alentar el corazón.”
Nelly lleva dando estás capacitaciones y formaciones desde hace muchos años, mientras ella también se forma constantemente para poder seguir apoyando a los empleados y niños. “Hay mucha presión por hacer las cosas bien, pero cuando estableces relaciones sin juicio y humanizando las personas se abren y piden ayuda te cuentan donde creen que lo están haciendo mal y ahí es donde se encuentra la oportunidad de cambio y mejora, y muchos preguntan no solo por trabajo, sino a veces por situaciones de sus hijos, familia o de ellos mismos. He encontrado a tantas personas tan bonitas por dentro que me abren a mí el corazón y me motivan a mí a seguir luchando y buscando las mejores maneras de apoyarles y de que apoyen a los niños y niñas.”