NPH Celebra 70 Años

NPH cumple 70 años como organización internacional desde que en 1954 el Padre Wasson acogiera a su primer niño en México. En el 70 aniversario celebramos el amor y la familia, y nos comprometemos a seguir transformando nuestros programas para luchar por los derechos de la infancia en América Latina y el Caribe.
El Padre Wasson en 1979 junto a dos pequeños en NPH México

Hace setenta años, un niño de 14 años tomó dinero de la caja de limosnas de una pequeña iglesia llamada Tepetates, en Cuernavaca, México, donde el padre Wasson ejercía de capellán. El niño fue arrestado por las autoridades locales y lo ingresaron en prisión. El padre Wasson, sin embargo, en lugar de perseguir los cargos, visitó al niño en la cárcel y descubrió que sus padres lo habían abandonado y que simplemente estaba buscando medios para calmar su hambre. El amor del Padre Wasson no sólo lo llevó a perdonar, sino a buscar al niño que robó el cepillo de su iglesia, rescatarlo de la cárcel y llevarlo a casa. Al cabo de 15 días el mismo juez llamó al Padre Wasson, tenía 8 niños más en la misma situación y el Padre Wasson aceptó acogerlos. Así empezó la historia de lo que hoy llamamos la gran familia de Nuestros Pequeños Hermanos.

De este acto de bondad, perdón y restauración, nació la familia Nuestros Pequeños Hermanos y Hermanas. Si bien el Padre Wasson no tenía un plan a largo plazo, sabía que, en lugar de crear una institución, iba a formar una familia.

El padre Wasson sabía que los niños que habían experimentado un trauma y habían crecido sobreviviendo por su cuenta en el mundo, no superarían fácilmente los hábitos que habían contribuido a mantenerlos vivos. Para prevalecer sobre estos hábitos, los niños necesitaban un ambiente estable de amor incondicional donde los niños pudieran encontrar la confianza, la seguridad y un sentido de pertenencia que les hiciera sentir que eran parte de una familia.

Reconociendo el potencial catalizador de la educación, el Padre Wasson la convirtió en piedra angular de la misión de NPH. Así fue como desde 1954, centenares de niños vulnerables en México empezaron a vivir en lo que hemos estado llamando durante tantos años, un hogar de NPH, y a recibir una educación y atención médica de calidad, rompiendo las cadenas de la pobreza y emergiendo como líderes de sus propias comunidades. El Padre Wasson creía firmemente que la educación era la clave para desbloquear el potencial latente en cada niño.

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Mateo 25:40 dice: “lo que hiciera para los más pequeños de mis Hermanos y Hermanas, lo hicieron para mí“. Este versículo inspiró el nombre Nuestros Pequeños Hermanos y Hermanas y el acrónimo de NPH.

El padre Wasson prestó atención a este mensaje de 2000 años de antigüedad al encontrarse en su pequeña parroquia de Tepetates, a niños que tenían hambre, sed, padecían enfermedad y no tenían un lugar donde ir. Aquí seguimos, 70 años después de que el Padre Wasson iniciara su gran obra de servicio a la infancia más desprotegida de América Latina, 18 años después de su fallecimiento.

EXPANDIENDO LA FAMILIA

La obra que el Padre Wasson inició en 1954 en Cuernavaca, México, con aquellos primeros niños que habían robado el cepillo de la misa del domingo, creció rápidamente en México y se extendió también a toda Centro América (Honduras en 1985, Nicaragua en 1994, Guatemala en 1996, El Salvador en 1999), el Caribe (Haití en 1987, Rep. Dominicana en 2003) y Sud América (Perú en 2005, Bolivia en 2006). El Padre Wasson se aseguró de visitar cada país donde expandía la familia de NPH, acogiendo a los primeros niños y asegurándose que el equipo humano que dejaba a su cargo era una extensión de los valores humanos en los que el Padre Wasson creía firmemente. Desde la muerte del padre Wasson en agosto de 2006, NPH no se ha extendido a más países.

A lo largo de los años, hemos crecido y evolucionado, pero nos hemos mantenido siempre fieles a los valores y a la filosofía de NPH. Continuamos respondiendo a las necesidades siempre cambiantes de los niños y familias vulnerables de las comunidades en los nueve países donde estamos presentes. Estamos transformando y ampliando nuestra misión a través de un servicio comunitario y unos programas de fortalecimiento familiar que logra que las familias se mantengan unidas y que los niños no tengan que ser institucionalizados. En cierto modo, NPH se ha convertido en una familia de familias.

El hogar de St. Helene en NPH Haití en 1988

También hemos aumentado nuestro alcance y efectividad para responder a las muchas necesidades que identificamos en las diversas poblaciones que atendemos a través de asociaciones estratégicas con organizaciones de ideas afines.

El Padre Wasson se ocupó de convencer a personas en EE. UU. y Europa para que apoyaran la misión de NPH en América Latina desde sus inicios. Así fue como NPH abrió delegaciones de apoyo en Alemania, Austria, Bélgica, España, Francia, Holanda, Italia, Irlanda, Inglaterra, Suiza y USA, con equipos humanos firmemente comprometidos con la defensa de los Derechos Humanos de los niños en el mundo. Hoy, las diferentes delegaciones de NPH representan a la misión de NPH en América y Europa, son responsables de recaudar fondos para garantizar la educación, salud y nutrición en las comunidades más vulnerables y empobrecidas de América Latina, seleccionan a voluntarios internacionales, crean alianzas locales e internacionales en la sociedad, y forman parte de una comunidad internacional que aglutina a seres humanos de todo el mundo con el único propósito de defender los Derechos Humanos de los niños en el mundo.

70 AÑOS LUCHANDO POR LOS DERECHOS DE LA INFANCIA

Hoy, NPH sigue teniendo programas de cuidado residencial (antiguamente llamados “hogares NPH”) que atienden a niños, niñas y jóvenes vulnerables en un ambiente familiar. Son niños y niñas que no pueden vivir con sus familias biológicas, ya que estas no pueden garantizar las atenciones más básicas (educación, salud, nutrición) y un desarrollo afectivo en un entorno seguro y libre de violencia, que necesitan para desarrollarse adecuadamente. Pero también tenemos centros comunitarios, escuelas, clínicas y hospitales, programas de empoderamiento, programas de inserción laboral como talleres vocacionales o becas universitarias, escuelas para padres, programas de reintegración familiar (“UnaFamilia Unida”), y colaboramos estrechamente con los gobiernos locales e instituciones internacionales formando parte de las Naciones Unidas, todo en concordancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Programa comunitario de reintegración familiar NPH Honduras

Estamos orgullosos de llevar a cabo la misión que el Padre Wasson empezó hace 70 años y que se ha extendido a la comunidad, gracias a un apoyo leal y generoso de todos los que acompañan a la familia NPH a través de su dedicación, sus contribuciones, su trabajo y servicio. ¡Sin todos vosotros esta familia no sería posible!

En este 70 aniversario de NPH, no solo celebramos 70 años, sino que nos comprometemos a renovar los principios y valores que siempre nos han guiado a lo largo de nuestra misión y nuestra existencia. En un mundo asediado por grandes y cambiantes desafíos, la vida del Padre Wasson y la misión de NPH nos recuerda que el amor puede superar incluso los obstáculos más difíciles de superar. Juntos, esforcémonos por crear un mundo donde cada niño, independientemente de su origen, tenga la oportunidad de crecer, aprender y sentirse amado incondicionalmente, aportando a la sociedad su máximo potencial como ser humano.

Puedes ver nuestra línea de tiempo desde 1954 a 2024, clic en la imagen para agrandarla:

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