Merche Carasso forma parte de la familia de la Fundación NPH desde 2011 cuando se convirtió en madrina por primera vez de una niña en Haití. Ahora su familia ha aumentado y ya son 4 niños en total que apadrina, tres de ellos en Guatemala. Aquí explica su experiencia.
Merche con su ahijado en NPH Guatemala
Soy madrina de NPH desde 2011. Empecé a colaborar con la Fundación apadrinando a una niña de NPH Haití, a raíz del terrible terremoto que sufrió este país. Actualmente soy madrina además de tres niños de NPH Guatemala.
El pasado octubre tuve la inmensa alegría de viajar a Guatemala para conocer a mis ahijados. De hecho, cuando llegué apadrinaba a uno de ellos y allí decidí apadrinar a otros dos pequeños que acababan de llegar y todavía no tenían padrinos.
La primera impresión al llegar fue de grato asombro al ver lo precioso que es el hogar, en medio de un entorno de naturaleza, la escuela con modernas instalaciones y métodos educativos avanzados como Montessori, las casas donde viven los niños, el inmenso campo de fútbol…
Estudiantes de la escuela primaria de NPH Guatemala jugando en el exterior
Fue una experiencia cargada de emociones muy intensas: poder pasar un tiempo con ellos charlando de sus cosas, de cómo les va el colegio y qué les gusta hacer, jugar con ellos, compartir una comida o una cena con los mayores, participar en sus celebraciones, ver la enorme alegría en sus caras por recibir nuestra visita.
Pero sobre todo emociona comprobar lo felices y cuidados que están los niños, en un entorno seguro. Ellos coinciden en decir que NPH les ha proporcionado un hogar y una familia. Pero también conocer sus realidades tan duras y a veces dolorosas y comprobar que allí son felices y que se les abre un mundo de oportunidades. NPH les ofrece un futuro.
Merche abrazando a sus dos ahijados en NPH Guatemala
Emociona también conocer al equipo de profesores, educadores, tías y tíos cuidadores y a todo el personal y comprobar la gran labor que realizan, y por supuesto, el grupo con el que viajamos y al que esta experiencia nos ha unido con fuerza.
Ya estoy deseando volver. De momento me conformo con las cartas que intercambiamos con mis ahijados con inmensa ilusión.
APADRINA Y AYUDA A CAMBIAR LA VIDA DE UN NIÑO
Merche es una de los más de 400 padrinos que forman parte de la Fundación NPH en la actualidad, gracias a los padrinos ayudamos a cubrir las necesidades básicas de los niños y niñas que forman parte de nuestros programas. Educación, alimentación, atención médica son derechos básicos que todo niños debería tener, y desde la Fundación NPH es nuestra prioridad que se haga desde el amor y un entorno familiar para que esos niños y niñas puedan crecer con valores positivos y desarrollarse. ¡Sí quiero convertirme en padrino!
Podología Sin Fronteras es una organización que trabaja desde el 2008, en estrecha relación con NPH, para promover la salud podológica en comunidades y áreas desfavorecidas que no tienen acceso a este tipo de atención sanitaria. Después de 3 años sin poder viajar a causa de la pandemia, un grupo de 9 podólogos partió rumbo a Honduras en mayo de 2023 para su primer viaje tras el COVID19.
Desde 2007 Podología Sin Fronteras ha realizado 9 brigadas a Honduras. “La evolución del centro quirúrgico ha sido y sigue siendo lo más impactante para nosotros, ya que no existía como tal y realmente lo hemos visto nacer” comenta Eladio Martínez, vicepresidente de PSF y que forma parte de las brigadas de podología desde 2005.
¿Cómo fueron las primeras brigadas a Honduras?
Eladio: Comenzamos operando en el remolque de un tráiler apostado en el patio central del Hospital San Felipe de Tegucigalpa, llamado Cirugía Simplificada, lo que inicialmente era un camión itinerante que viajaba por Honduras para realizar cirugías ambulatorias pediátricas.
Durante las tres primeras brigadas viajábamos todos los días desde el rancho de Santa Fe de NPH Honduras, que se encuentra a unos 45 km del Hospital para realizar largas jornadas de trabajo.
Fue ya en el año 2010 cuando, gracias a la generosidad del Dr. Peter Daly y al Dr. Merlín Antúnez, que solicitamos permiso para trasladarnos al Centro Quirúrgico Sagrada Familia dentro de la propiedad de NPH Honduras, que en aquel entonces estaba aún en obras, aunque los quirófanos se habían acabado. Todo el equipo nos dedicamos a limpiar a fondo techo, paredes y suelo para habilitar las estancias y al día siguiente comenzar a operar allí.
Primer viaje de la brigada en 2009 donde atendían desde un trailer
Tras ver su vuelo cancelado en 2020, Podología Sin Fronteras ha estado esperando para poder viajar a Honduras de nuevo. En mayo de 2023 por fin pudieron desarrollar esta brigada formada por 9 podólogos de diferentes partes de España.
Agustín Llamas, Alicia Gavillero, Carlos Arcas, Eladio Martínez, Francesc Soriano, Héctor Martínez, Javier Pascual, Manuel de la Rosa y Sergio Miralles formaban la brigada que viajaba para estar una semana operando y atendiendo pacientes sin descanso.
Durante su estancia en Honduras, se dio atención clínica a unos 200 pacientes. 52 personas fueron intervenidas de patología osteoarticular de diferente grado de deformidad o dolor, algunos de ellos de forma bilateral, es decir de ambos pies. También se realizaros unos 20 procedimientos de cirugía menor: patología ungueal o de tejido blando.
¿Cómo es la preparación para un viaje de esta envergadura donde estáis una semana entera trabajando?
Eladio: Antes de viajar a Honduras, y durante un año hemos organizado los preparativos para la brigada. En primer lugar, agradecer la labor de Eladio Martínez por encargarse de toda la logística como ha sido la reserva de billetes de avión, hoteles, material fungible, gestionar la comunicación con NPH y One World Surgery (OWS). Luego cada uno de los integrantes de la brigada se ha encargado de diferentes objetivos, como ha sido la preparación y compra del material con el que se quería viajar, la recogida del material de donaciones, etc.
Este año se ha intentado gestionar desde España la revisión de casos clínicos a través de videoconferencia con los integrantes de la brigada junto el personal de OWS, además se nos permitió el acceso al sistema remoto de gestión clínica y a un listado provisional de los pacientes. Así nos podíamos hacer una idea de que casos clínicos se atenderían.
Una vez en Honduras, el Dr. Javier Pascual, como director clínico de la brigada, realizó tres grupos de trabajo equilibrados de tres podólogos cada uno, donde dos grupos se encargarían de atender los casos quirúrgicos programados y otro se encargaría de la atención de pacientes en clínica.
¿Cómo es trabajar con el equipo local de la clínica de NPH Honduras?
Eladio: Trabajar con el equipo local del Centro Quirúrgico Sagrada Familia en NPH Honduras es un auténtico placer. Son un equipo muy profesional y coordinado, cada uno tiene y realiza unas funciones, pero a la vez ayudan a otros de ser necesario para el mejor desarrollo de la jornada de trabajo en quirófano o para el beneficio de los pacientes. Hacen que nuestro trabajo sea más fácil, tienen un gran sentido de la responsabilidad y un marcado compromiso con los objetivos comunes. Aun cuando las jornadas en quirófano se alargan, siempre muestran una actitud de empatía y comprensión, de ayuda, facilitadora y, además, con una sonrisa de ánimo y aliento para los pacientes y nosotros. Sin duda, son un equipo de 10.
¿Cuáles son los principales problemas que os habéis encontrado este año al llegar allí?
Eladio: Honestamente en cuanto a nuestra estancia, todo ha mejorado. En Moscati, el espacio donde nos alojamos en NPH, tenemos preparado todo aquello que necesitamos para poder residir.
En el Centro Quirúrgico Sagrada Familia sucede de forma similar, todo muy protocolizado y el personal siempre atento a nuestras necesidades.
Referente a lo clínico, el único contratiempo en esta ocasión fue la avería del aparato de Rayos X. No fue un gran problema para los pacientes quirúrgicos ya programados que tenían sus propias radiografías, pero sí que hubiera sido de gran ayuda para la clínica diaria, ya que pacientes potencialmente quirúrgicos tuvieron que ser programados para otro año por no poder tener esta prueba.
Y por último mencionar que uno de los principales inconvenientes que tenemos son las conexiones hasta llegar a nuestro destino final. Este año la duración total del viaje de ida fueron 52 horas, desde que salimos desde nuestras casas, hasta que llegamos al destino final. Algo que puede mejorar si la compañía Iberojet mantiene los vuelos directos que han programado desde mediados de este año.
¿Cuál es el mayor impacto que tiene la brigada con los pacientes de Honduras?
Eladio: La gran mayoría de los pacientes que hemos tratado en esta brigada tienen una mejora clara en su calidad de vida y esa mejoría es casi inmediata. Son pacientes que, por lo general, tienen problemas o dolencias en el pie que les hacen vivir su día a día con dolor. Ellos tienen que trabajar y mantenerse activos y es importante que lo hagan porque en muchos casos el sustento familiar depende de ellos únicamente. Sin embargo, tienen dolor y viven con dolor de forma constante y permanente y no pueden parar o reposar.
No son problemas absolutamente incapacitantes, pero o bien se les clavan las uñas, tienen dolor en el talón crónico o dolor en la zona metatarsal que les impide caminar de forma normal. Para todos ellos el trabajo que hacemos tiene un impacto inmediato en la reducción del dolor.
Existe otro grupo de pacientes, que es más reducido, pero que tienen deformidades muy severas como equino varo, fracturas de tobillo con mala consolidación o consolidadas en mala posición que tienen problemas funcionales severos. Son pacientes que apenas pueden andar y la limitación funcional que tienen en un país como Honduras es tremenda. En estos pacientes el cambio es mucho más radical. Los tratamientos y las cirugías que hacemos en estos pacientes pueden cambiar su vida de forma casi completa, mejoran su deambulación, su capacidad para valerse por ellos mismos o incluso para empezar a trabajar. En estos pacientes, el impacto de la Brigada es mucho más profundo y puede cambiar su vida de forma mucho más radical.
¿Cómo se financian estas brigadas y el material que necesitáis?
Eladio: Históricamente no hemos tenido ningún tipo de financiación. Los gastos que soportábamos se repartían entre los integrantes de la misma. Desde hace unos años, hemos solicitado ayudas puntuales a nuestros Colegios profesionales, Consejo general de Podólogos y algunas casas comerciales o laboratorios, recibiendo un 10% del total del presupuesto de la brigada.
Este año hemos realizado un Crowfunding junto con la ayuda de NPH España, teniendo un resultado muy satisfactorio entre nuestros colegas, familiares y pacientes en general. Aunque lo cierto es que tenemos que mejorar en este aspecto ya que seguimos soportando un alto porcentaje de los gastos de la brigada, este año un 75% del total del proyecto.
¿Nos podéis explicar uno de los casos más graves o impactantes que os habéis encontrado?
Eladio: En esta brigada nos hemos encontrado con casos realmente duros, pies con grandes deformidades y de solución muy compleja y drástica. Hay dos o tres casos realmente llamativos o curiosos, que seguramente en España no hubiesen llegado a estos extremos con un correcto y rutinario tratamiento, como es el de un señor con unos tofos gotosos (depósitos voluminosos de cristales de ácido úrico que sedesarrollan en el tejido) impresionantes en ambos pies. El solo quería quitarse uno, que era del tamaño de media pelota de tenis, ya que le impedía calzarse bien.
Sin duda el caso más duro de esta brigada fue un señor que acudió a consulta con un pie equino-varo de más de 9 años de evolución, comenzó con un esguince severo, mal tratado, ya que el paciente trabajaba en la construcción y no guardó el reposo que la lesión requería debido a que tenía que trabajar para poder mantener a su familia. No deja de sorprendernos que una lesión tan banal como un simple esguince, que en España se trataría con una venda o escayola y algo de rehabilitación o fisioterapia, pueda acabar en una deformidad tan severa, con una incapacidad completa del paciente y con una deformidad que en nuestro país solo podríamos encontrar de forma congénita o como consecuencia de un traumatismo muy grave.
Se le realizó una Talectomía, una cirugía para que su pie estuviese con la planta apoyando en el suelo. Uno de los problemas que tuvimos, y de ahí resaltar este caso, es que la contractura del tendón de Aquiles y de la piel eran tan grandes, que nos obligó a realizar un alargamiento completo de toda la sección del tendón de Aquiles. Al final, después de unas largas 4 horas de cirugía, conseguimos cerrarlo todo con alguna preocupación por las dificultades que nos encontramos, pero los pulsos del paciente eran fuertes y sabíamos que ese iba a ser el menor de sus males durante la recuperación ya que es una cirugía de gran envergadura que requiere de un posoperatorio largo de entre 4 y 6 meses.
Ahora durante el periodo de recuperación, nuestras sospechas se han confirmado, ya que el paciente ha sufrido la necrosis de una pequeña parte de la herida, debido a la tensión de la piel. Pero, por lo que nos comentan nuestros compañeros del Centro Quirúrgico en Honduras, la evolución es buena y creen que esta úlcera evolucionará sin ninguna secuela para el paciente, antes de que esté recuperado por completo de la cirugía.
Año tras año, brigada tras brigada, Podología Sin Fronteras crece en ganas, en fuerza, en capacidad y en compromiso con la gente que más lo necesita de Honduras, a la par que NPH.
En el futuro y bajo la coordinación de One World Surgery, se pretende que las brigadas médico-quirúrgicas que lleguen a NPH Honduras entren en otra dimensión asistencial y docente, donde en el futuro se pueda entrenar a médicos hondureños para que continúen con este trabajo asistencial durante todo el año, y no solo se preste este tipo de servicio durante el tiempo que dure la brigada.
Únete a la Fundación NPH en nuestro próximo viaje solidario para conocer de primera mano los programas de NPH Guatemala y visitar todo lo que hacemos en este país.
En octubre nos vamos a Guatemala para que las personas que conectan con la visión y misión de NPH puedan visitar nuestros programas, conocer a los beneficiarios (niños, jóvenes y familias) y conocer a los equipos locales que cada día hacen todo esto posible.
Cuánto: 1690€ (todo incluido: avión, traslados, alojamientos, comidas y visitas)
Reserva tu plaza: 85€ *plazas limitadas
¿QUÉ INCLUYE?
Incluye vuelos, traslados locales, alojamiento, comidas, visitas, y guía acompañante durante todo el viaje con salida desde España (el director de la fundación NPH acompaña personalmente al grupo).
Presentar un seguro médico y vacunas actualizadas.
Presentar un certificado de antecedentes penales y otro contra delitos sexuales.
Llevar en su equipaje de mano todo lo necesario para el viaje, cediendo a NPH la maleta de 23 kg a facturar.
Ser flexibles ante cambios obligados ajenos a la organización, ser puntuales, ser respetuoso con otras culturas y formas de pensar, tener interés en conocer los programas de NPH y tener habilidad para viajar con otras personas.
Plazas limitadas a 25.
RESERVA TU PLAZA
Si quieres apuntarte a este viaje o te gustaría informarte mejor, completa el formulario siguiente o llámanos al 93 434 20 29
Anualmente, la fundación NPH organiza un viaje solidario para que cualquier persona que es afín a la fundación pueda conocer de primera mano, el trabajo que NPH realiza en América Latina, y también para conocer a los beneficiarios (niñas, niños, jóvenes y familias vulnerables) de nuestros programas de educación, salud y nutrición, y a nuestros equipos locales que entregan su vida a la misión de NPH.
Este año, del 6 al 13 de octubre de 2022, un grupo de 12 personas, entre los cuales viajaba Xavier Adsarà (director de NPH y presidente en Europa) y Mercedes Torres (coordinadora de padrinos, socios y donantes), viajó a NPH Guatemala y más concretamente, al hogar Padre Wasson localizado en Parramos, departamento de Chimaltenango, donde los padrinos, socios y donantes participaron de las diferentes actividades organizadas por el hogar: una emotiva fiesta de las quinceañeras, un encuentro de hermanos mayores (jóvenes que han crecido en el hogar y hoy son padres y madres de familia), así como encuentros de padrinos que conocieron por vez primera a sus ahijados.
Visitamos a dos familias de la comunidad que forman parte del programa de reintegración familiar “Onefamily”, así como también el nuevo Centro familiar comunitario Padre Wasson, recientemente inaugurado, en la colonia Santa Teresita de la zona 2 de Chimaltenango, frente al mercado, en una zona muy conflictiva considera zona roja, por los altos índices de delincuencia, robos, asaltos, embarazos prematuros, abandono y fracaso escolar, etc. También tuvimos la ocasión de visitar la casa de bachillerato, donde viven los jóvenes que han crecido en el hogar de NPH que han decidido continuar su formación, pero de una forma más autónoma. Viven en Casa San Andrés, entre el pueblo de Parramos y la ciudad de Chimaltenango.
Durante la estancia, el grupo español pudo sumarse a la campaña de entrega de casi 5.000 juguetes nuevos a los niños de las comunidades, gracias a la campaña “Un juguete, una ilusión” coordinada desde España por la Fundación Crecer Jugando, con la colaboración de la Fundación NPH y NPH Guatemala.
El pasado 18 de marzo, 16 aventureros zarpaban rumbo a Haití para conocer los programas de NPH y tener una experiencia en este país único y especial. Tras una semana llena de sentimientos, descubrimientos y momentos para recordar, quedan muchas vivencias que contar.
Andreu y Josep fueron dos de los expedicionarios que se apuntaron a este viaje, aquí nos explican su experiencia y testimonio de esta semana intensa.
“No me gusta que me pregunten “¿Cómo fue tu viaje a Haití?”, porque cada vez que lo hacen sé que me va a ser imposible expresar con palabras lo vivido. La vida muchas veces te regala experiencias que te hacen feliz, otras que te hacen fuerte, algunas que te rompen un poco el alma y las muchas que te van marcando para que puedas elegir tu destino… Visitar Haití con NPH te las da TODAS y muchas más.
Domingo 10 Junio 2018 Le Chalet, Auberge Refuge. Montañas de Kenscoff. 04:00 am. Escrito por: Javier Adsará, Director NPH Spain
Ayer aterrizamos en Haití con un Tsunami, es decir, con una misa del Padre Rick en la diminuta capilla del Hospital St. Damien en Tabarre a las 7 de la mañana. No fue necesario abrir ninguna biblia, no fue necesario seguir el evangelio, tan solo escuchar las palabras del Pdre Rick, que lleva 31 años viviendo en Haití, explicando algunas de las graves situaciones que han padecido en estos últimos días.
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