Carta de navidad

Apreciados amigos y amigas,

La navidad ha llegado a nuestras vidas un año más, y en estos momentos, me viene a la mente una preciosa historia que sucedió hace poco tiempo en NPH.

La historia gira en torno a una niña, María, que creció en nuestro programa de abrigo y protección en México. En un viaje que realizó en autobús público en San Diego, se cruzó con una mujer y empezaron a hablar. Mientras conversaban de dónde eran, María le explicó que había crecido en un hogar de niños en México. La mujer respondió como ella precisamente había apoyado un hogar de niños en México a través de su parroquia, donando entre otros, una gran cantidad de pijamas. A María se le aceleró el corazón pues cuando ella era pequeña, mientras vivía acogida en NPH, recibieron unos pijamas preciosos que impactaron su navidad en NPH, así que le preguntó si podía describirle los pijamas que habían donado en la comunidad. María supo de inmediato que los pijamas que recibieron esa navidad eran precisamente los que esta mujer y su iglesia habían regalado al hogar de México en el que ella había crecido. El hogar de Nuestros Pequeños Hermanos México.

Aquel día, cuando llegaron los pijamas, el hogar de NPH México estaba ubicado en Alcolman, cerca de la Ciudad de México, a una altitud de más de 2250 metros. Las temperaturas, eran particularmente bajas en los meses de invierno y hacía mucho frío en el hogar, así que María y el resto de niñas del hogar de NPH recibieron los pijamas con una alegría inmensa, y esa navidad y las siguientes, pudieron encontrar el calor de la navidad en esos pijamas donados cuando apenas tenía 7 años. Espontáneamente, tomó la mano de la mujer y le dijo: “Yo fui una de las niñas que recibió tu pijama. Nunca sabrá el maravilloso regalo que usted y su parroquia nos dieron, salvándonos del frío y también brindando calor a nuestros corazones. Recuerdo este regalo especial a menudo y los recuerdos aún crean alegría de pura gratitud en mi corazón. ¡Gracias!”

Al escuchar esta historia, dos cosas nos llaman la atención. La primera, es que, a menudo, las personas que colaboran con la fundación NPH no son conscientes del verdadero impacto que tienen sus apoyos en los niños, jóvenes y familias que atendemos. No todo el mundo tiene la oportunidad de visitarnos en América Latina y comprobar el bien que hacen con sus aportaciones y su compromiso. Y segundo, aun cuando tienen la oportunidad de visitarnos en América Latina, es posible que nunca sepan qué tan profundo es el impacto que han generado en las vidas de los niños a los que acompañamos.

Todo acto de bondad se convierte en una forma de dignificar las vidas de miles de niños y jóvenes que atendemos en comunidades empobrecidas de América Latina y un apoyo para que puedan seguir luchando por su futuro, mejorando las precarias condiciones de vida de las que proceden. Entre todos, contribuimos a ayudar a que las familias permanezcan unidas, evitando que se rompan y necesiten de programas alternativos de cuidado infantil.
      
Te dese0 una muy feliz navidad y te animo a contribuir con un pequeño gesto, a dignificar las vidas de niños, jóvenes y familias que atendemos desde la fundación NPH, año tras año. Tener siempre presente, que tu apoyo tiene un impacto profundo e inmediato en las vidas de niños, niñas y jóvenes a los que servimos.

Firma de Xavier

Xavier Adsarà

Director fundación NPH
Presidente NPH Europa

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