Ricardo: Estudiando duro desde pequeño

Ricardo está estudiando en la universidad, pero llegó con sus 6 hermanos a NPH República Dominicana con 10 años, cuando su mamá pudo tramitar todo antes de morir para que sus hijos estuvieran en la familia de NPH.

Cuando Ricardo tenía 10 años llegó con su familia a NPH República Dominicana. Él, sus 3 hermanos, Orlando, Roberto, Eduardo, y sus 2 hermanas, Argentina y Esperanza, quien falleció hace unos años en un accidente de tránsito. Su mamá, sabiendo que estaba a punto de morir, había hecho planes para que los hermanos, vinieran a NPH. El día después de su llegada a NPH, recibieron la noticia de que su mamá había fallecido.

Completamente conmocionados, la transición de llegada al hogar de NPH fue muy difícil, especialmente sabiendo que su madre había fallecido en esos días. Su papá, que todavía estaba vivo, no jugó ningún papel en sus vidas y lamentablemente unos años después también murió. Ricardo no era consciente con 10 años, pero ahora reflexiona: «No sabía esto en ese momento, pero NPH se convertiría en mi hogar y mi familia. Y con el tiempo, me di cuenta de que este era un lugar familiar y de mucha educación. La gente en NPH cuidó de mis hermanos, hermanas y de mí todo el tiempo hasta que fuimos independientes. Una educación y un lugar para mantener nuestros sueños vivos y mi familia unida.«

DESCUBRE LOS PROGRAMAS DE NPH DE INSERCIÓN SOCIOLABORAL

«La vida en NPH era diferente, podíamos jugar afuera y jugar con otros. El ajedrez sigue siendo mi juego favorito. Además de esto aprendí que me encanta leer. Pablo Coehlo escritor favorito, uno de sus libros que más me ha encantado leer es El Alquimista.«

«Gracias a NPH, estoy donde estoy hoy. NPH me ha abierto los ojos y me ha dado el regalo de una educación y la oportunidad de visitar otros países, que ha sido más que un sueño para mí.» Tres veces solicitó Ricardo ir al programa que NPH USA tiene en Seattle para fortalecer el liderazgo y aprender inglés, y finalmente tuvo éxito. A Ricardo siempre le ha motivado visitar otros países. Hasta ahora ha podido visitar los programas de NPH en Guatemala y El Salvador, y a sido embajador de NPH en Canadá y EEUU en donde pudo estar con otros líderes de NPH.

Actualmente esta estudiando Bioanálisis en la Universidad Central del Este en San Pedro de Macorís. Trabaja en NPH como encargado del departamento IT y ahora esta apoyando al departamento de Comunicaciones.

«Mi visión es terminar la universidad y continuar trabajando para NPH. NPH ha cambiado de una manera impresionante mi vida y de cómo ver las cosas hoy en día, ya que he aprendido mucho sobre servir a los demás y tener empatía con todos, como conocí al Padre William Wasson, aunque estaba muy pequeño recuerdo que el siempre que llegaba al hogar nos llevaba dulces y siempre con una sonrisa en el rostro, ya estaba en su silla de ruedas pero eso nunca fue una limitante para él, ya que aun así siguió visitando las de mas casa de NPH«.

«Invertir mis energías en NPH, que me ha protegido y cuidado cuando más lo necesitaba, me hace sentir muy orgulloso. Puedo usar mis talentos y experiencia para apoyar a una nueva generación de niños que también necesitan ayuda. NPH Casa Santa Ana es mi hogar espiritual y es donde puedo ayudar a los demás de manera desinteresada. Espero que tú también puedas hacer lo mismo.«

Luisa: Rompiendo el molde en NPH Honduras

Luisa entra al taller de NPH Honduras con guantes gigantes de seguridad y un casco protector, pero detrás de la visera de vidrio hay una sonrisa de convicción y una mente lista para trabajar.
Me encanta este tipo de trabajo”, dice la joven de 16 años, “siempre lo he hecho. Sé que soy un poco diferente a las otras chicas de mi edad, pero estoy bien con eso”.

Luisa es hondureña, un país con una fuerte cultura machista, es un poco inusual que una adolescente ingrese en una vocación generalmente designada para hombres, pero Luisa deja de lado los estereotipos y sigue sus intereses con orgullo. En abril de 2021 tuvo la oportunidad de inscribirse en el taller vocacional de soldadura del Rancho Santa Fe en NPH Honduras, y esto se convirtió en un cambio positivo en la vida de Luisa.

En NPH, todos recibimos una educación formal. Sin embargo, también podemos participar en un taller vocacional para ayudarnos a desarrollar habilidades técnicas. Podemos elegir entre carpintería, electricidad, zapatería, confección, belleza, habilidades para la vida/economía doméstica y soldadura. A principios de 2021, tuve la oportunidad de probar una semana en cada uno de los diferentes talleres para ver cuál me gustaba más. Opté por el de soldadura. Es hermoso y divertido, y también muy creativo”.

Clip del documental de RTVE sobre NPH Honduras

UNA HISTORIA DE SUPERACIÓN

La vida de Luisa no ha sido sencilla. Llegó a NPH cuando tenía 8 años con sus cinco hermanos. Su padre murió en un accidente y su madre, con mucha dificultad, siempre luchó para cubrir las necesidades de sus hijos. Luisa recuerda que muchas veces solo tenían una tortilla para compartir entre ellos. Antes de llegar a NPH Honduras, residió en otros hogares de cuidado residencial alternativo, pero tuvo que salir debido a problemas de conducta. Sin embargo, cuando NPH Honduras le abrió sus puertas en 2014, no miró hacia atrás.

NPH Honduras está ubicado a 36 kilómetros de la capital hondureña, Tegucigalpa, donde Louise pasó parte de su infancia. Si bien le tomó un poco de tiempo adaptarse a su nuevo entorno rural, rápidamente vio las oportunidades que se le presentaban. Hoy reside allí con sus dos hermanos Mackenson y Lorena, quienes cursan la secundaria y la primaria respectivamente

Encontré un lugar donde podía estudiar, tenía casa, atención médica, comida deliciosa, formación espiritual, talleres de empoderamiento para niñas: tantas cosas a las que nunca supe que tenía derecho. Y aquí estoy hoy”, sonríe, mientras se prepara para la clase de hoy en el taller de soldadura.

¿QUIERES SABER MÁS SOBRE EL PROGRAMA DE TALLERES VOCACIONALES DE NPH?
Luisa en la escuela estudiando por la mañana

UN DÍA EN LA VIDA DE LUISA

Su día en NPH Honduras comienza muy temprano a las 5:30 am, cuando se ducha, desayuna y se va a la escuela, una caminata de 10 minutos por los campos de la propiedad. A las 13:30 suele estar de regreso en su vivienda, llamada Inmaculada Concepción, para comer y participar en varias actividades planificadas por los educadores y cuidadores, y es entonces cuando aprovecha para hacer los deberes y estudiar. Le gusta tomarse un tiempo para orar y luego ayuda a limpiar su sala de estar. De dos a tres veces por semana recibe talleres de soldadura, “¡que es mi momento favorito de la semana!” ella agrega.

Luisa con uno de sus profesores del taller de soldadura

Durante mis clases, aprendo sobre medición estratégica para poder cortar las piezas requeridas y unir estructuras a través de diferentes técnicas de soldadura. Lo que más disfruto es la fase final del proceso, que consiste en pegar las piezas y ver cómo salen chispas de las herramientas. Es emocionante, pero siempre tengo cuidado”,dice Luisa, asegurando que su traje de soldadura la proteja de daños físicos.

Todos los programas que NPH desarrolla en América Latina en el campo de la educación y la inserción social y laboral, incluyen el concepto de igualdad de género en el acceso al mercado laboral, que es un aspecto fundamental para garantizar que todos los jóvenes, con independencia de si son mujeres u hombres, tengan las mismas oportunidades desde que forman parte de nuestra sociedad.

Siempre me han gustado los coches. Pero con el tiempo, llegué a aprender sobre ebanistería, y luego vino la soldadura y las reparaciones eléctricas. Me gusta resolver problemas y ver cómo arreglar las cosas. Da mucha satisfacción”, dice Luisa, sonriendo, mientras repasa el protocolo de seguridad con su educadora, quien hoy le mostrará diferentes usos de la maquinaria. Hasta ahora, ha utilizado sus habilidades para ayudar a arreglar cosas para su familia, como la puerta de la casa de su hermana mayor. También espera que sus habilidades ayuden a su familia.

Algún día me gustaría hacer soldadura en mi propia casa y tal vez tener mi propio taller. Muy pocas chicas hacen este curso, pero yo tenía muchas ganas de hacerlo. Puedo probar un camino diferente en la vida y desarrollar mis habilidades«.

Lejos del taller, a Luisa le encanta bailar y le encanta escuchar a reconocidos cantantes latinoamericanos, especialmente mujeres, siendo Jennifer López una de sus favoritas. También le encanta el béisbol, las matemáticas y comer chilaquiles con sus hermanos y cuidadores de NPH. “NPH es un hogar donde recibo amor y cuidado”, exclama.

Luisa con unos amigos en el colegio

Estoy muy agradecida por la ayuda que me brinda NPH. Si tienes la oportunidad de seguir ayudando a personas como yo, no lo pienses demasiado. No sería la persona que soy sin la ayuda que he recibido de NPH. También invito a todas las niñas a participar en talleres como el de soldadura. No es solo para chicos. Todo tipo de personas pueden participar, y lo prometo, vale la pena”.

¿Se siente Luisa como un modelo a seguir para las niñas de su edad?Es algo en lo que nunca pensé antes de que la gente comenzara a preguntarme, pero si la gente ve que estoy allanando el camino para otras niñas de mi edad, me alegra hacerlo y crear oportunidades para otras niñas”.

Hoy, Luisa solo quiere concentrarse en desarrollar sus habilidades de soldadura. Pero de cara al futuro, sabe que esa también podría ser su vocación.

¿Quieres saber como puedes ayudar a chicas como Luisa a desarrollar todo su potencial y ser un modelo a seguir para otras niñas?

*LOS NOMBRES HAN SIDO CAMBIADOS PARA PROTEGER LA PRIVACIDAD.
*Artículo publicado primero en nph.org y escrito original por Nick Rogers

Viaje solidario a NPH Guatemala

Anualmente, la fundación NPH organiza un viaje solidario para que cualquier persona que es afín a la fundación pueda conocer de primera mano, el trabajo que NPH realiza en América Latina, y también para conocer a los beneficiarios (niñas, niños, jóvenes y familias vulnerables) de nuestros programas de educación, salud y nutrición, y a nuestros equipos locales que entregan su vida a la misión de NPH.

¿QUIERES APUNTARTE AL PRÓXIMO VIAJE SOLIDARIO? >

Este año, del 6 al 13 de octubre de 2022, un grupo de 12 personas, entre los cuales viajaba Xavier Adsarà (director de NPH y presidente en Europa) y Mercedes Torres (coordinadora de padrinos, socios y donantes), viajó a NPH Guatemala y más concretamente, al hogar Padre Wasson localizado en Parramos, departamento de Chimaltenango, donde los padrinos, socios y donantes participaron de las diferentes actividades organizadas por el hogar: una emotiva fiesta de las quinceañeras, un encuentro de hermanos mayores (jóvenes que han crecido en el hogar y hoy son padres y madres de familia), así como encuentros de padrinos que conocieron por vez primera a sus ahijados.  

Visitamos a dos familias de la comunidad que forman parte del programa de reintegración familiar “Onefamily”, así como también el nuevo Centro familiar comunitario Padre Wasson, recientemente inaugurado, en la colonia Santa Teresita de la zona 2 de Chimaltenango, frente al mercado, en una zona muy conflictiva considera zona roja, por los altos índices de delincuencia, robos, asaltos, embarazos prematuros, abandono y fracaso escolar, etc. También tuvimos la ocasión de visitar la casa de bachillerato, donde viven los jóvenes que han crecido en el hogar de NPH que han decidido continuar su formación, pero de una forma más autónoma. Viven en Casa San Andrés, entre el pueblo de Parramos y la ciudad de Chimaltenango.

Durante la estancia, el grupo español pudo sumarse a la campaña de entrega de casi 5.000 juguetes nuevos a los niños de las comunidades, gracias a la campaña “Un juguete, una ilusión” coordinada desde España por la Fundación Crecer Jugando, con la colaboración de la Fundación NPH y NPH Guatemala.

Infórmate de los viajes solidarios con la Fundación NPH y apúntate a nuestra próxima aventura.

Una familia desolada por el terremoto

Jean Max cuenta del sufrimiento de su familia

Jean Max
Jean Max

Jean Max es un joven radiólogo que estudió medicina con especialidad en radiología con una beca procedente de la fundación NPH en España, con fondos que se recibieron durante el terremoto del 2010 en Haití. Jean Max estaba decidido a ayudar a su país, pero quería estar preparado para hacerlo, así que decidió estudiar en una de las pocas universidades que quedaron en pie en Puerto Príncipe tras esta catástrofe humanitaria.

Hace unos años que trabaja como radiólogo en Puerto Príncipe, desde el St. Damien Pediatric hospital, interpretando y ofreciendo diagnósticos en el área de maternidad y ginecología, entre otras áreas. Se siente feliz de poder contribuir a mejorar las condiciones de vida de su país.

Jean Max ha sufrido en primera persona lo que muchos haitianos han experimentado tras el terremoto del pasado 14 de agosto, la angustia de saber si una parte de su familia que vivía en el sud oeste del país había sobrevivido al seísmo, concretamente en la zona de Les Cayes, pero en el campo, en Perenie.

La pérdida de todo

Casa de la familia de Jean Max
Casa de la familia de Jean Max

Las primeras noticias que recibió fueron que sus tíos habían perdido su casa, así como sus pertenencias personales, todo cuanto habían cosechado durante su vida. Jean Max recibió la noticia del fallecimiento de un tío suyo durante el terremoto.

Un gang impide la visita

Días más tarde, decidió desplazarse junto a un primo y un tío suyo a Perenie, para visitar y apoyar a su familia, pero no pudo alcanzar a verlos, debido a la presencia de un gang que controla la ruta terrestre a Les Cayes, a nivel de Martissant. “Nos impidieron el paso a la zona damnificada, donde se encuentra mi familia, una verdadera catástrofe”, explica Jean Max.

Tras comunicarse con ellos por teléfono, ha podido comprobar, con las imágenes que le han enviado por WhatsApp, que su familia lo ha perdido todo: vivienda, jardín, animales, y enseres personales.

Casa destrozada de la familia de Jean Max
Casa de la familia de Jean Max

Necesitan un refugio donde vivir y resguardarse de las tormentas tropicales, sábanas, una nueva casa, y todo lo necesario para recuperar su vida. Emocionalmente han sufrido la pérdida de un ser querido, y esto lo tendrán que gestionar como puedan en estos momentos de emergencia humanitaria.

La ayuda todavía por llegar

Se encuentran sobreviviendo en el campo, en la zona de Perenie, una zona aislada de la ayuda internacional ya que esta está llegando, pero principalmente a las grandes ciudades, como Jeremies y Les Cayes.

Esperan que NPH Haití pueda apoyarlos a recuperar su trágica situación personal, provocada por el terremoto del pasado 14 de agosto. NPH Haití está evaluando la situación en la que se encuentran decenas de familias como las de Jean Max, para llevar nuestra ayuda con la máxima celeridad posible, dadas las circunstancias.

Más de 1.5 millones de damnificados siguen viviendo situaciones dramáticas similares, y están esperando nuestra ayuda.

Testimonio José Luis Barán – comprometido con el hambre cero

  • Después de perder a su padre a una edad temprana, José Luis Barán tuvo una vida difícil, pero gracias a su amor por el campo, y el apoyo de NPH, ha implementado programas sostenibles para luchar contra el hambre cero en las comunidades vulnerables de Guatemala, y en nuestros hogares.

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El espejo de NPH: Victor Calvo

Hoy en el espejo de NPH entrevistamos a Víctor Calvo García como Secretario del Patronato de la Fundación Nuria García, una Fundación que ha desarrollado múltiples proyectos enfocados en la infancia, algunos de ellos con NPH. El último de los cuales fue el soporte y fondos para el desarrollo de un taller ocupacional para adolescentes en NPH Guatemala.

La Fundación Nuria García representa una referencia en el mundo social por su planteamiento, entrega y compromiso en la ayuda a la infancia.

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El espejo de NPH: Ana Mas

Hoy en el Espejo de NPH presentamos esta entrevista con Ana Mas. Hablar de Ana es explicar toda una referencia del voluntariado. Es hablar, no solo de voluntad y compromiso, si no de constancia, realidad y de hechos contrastados con el bienestar de los niños de la Republica Dominicana. Podríamos decir que, aun siendo un caso atípico, pues aunque tuvo sus inicios, en una edad ya bastante adulta, es todo un ejemplo que nos guía y que hoy nos sigue encandilando.

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