Crecer en Guatemala en los primeros años de NPH

Jorge fue uno de los primeros niños en llegar a NPH Guatemala, cuando el programa estaba en sus primeros meses, por aquel entonces las cosas eran muy diferentes, pero algo que nunca ha cambiado ha sido el sentimiento de amor y familia. Jorge nos explica su historia ahora como padre de una niña, como fue crecer junto al Padre Wasson y como NPH Guatemala ha evolucionado.
En la izquierda podemos ver a Jorge a finales de los años 90, a la derecha Jorge en la actualidad como padre con su hija.

En 2024, NPH cumple 70 años desde que el primer programa en NPH México acogió al primer niño. Para celebrar y conmemorar todos estos años junto a la infancia en Latina América, traemos un testimonio esta vez de NPH Guatemala, que abrió sus puertas en noviembre de 1996. Jorge fue precisamente uno de los primeros niños en llegar y ser acogido por el Padre Watson, aquí nos explica esos primeros años y nos relata las enseñanzas que hoy en día le transmite a su familia.

¿Cómo eran los primeros años en NPH? ¿Eras consciente de que formabas parte de una gran familia?


Yo llegué a NPH con 6 años, bastante pequeño y no tenía ni idea de lo que se estaba formando en NPH Guatemala, en lo personal me siento muy orgulloso de ser una de las primeras personas que formó parte de esta extensa familia, me siento afortunado. Todavía no me creo este privilegio que tuve de ingresar a NPH.

Antes de llegar a NPH estaba en otra casa hogar, pero alguien me llevó a NPH y uno se pone a pensar en el privilegio de conocer al Padre Wasson e iniciar NPH Guatemala. Siempre recuerdo el carisma del padre, de alguna manera siempre encontraba ayuda para que pudieran llegar más niños y la casa iba creciendo. Para mí, a esa edad, con una familia más grande, teníamos más oportunidades de con quién jugar. Y en cuestión de meses crecimos mucho, fue muy bonito.

No siempre tuvimos estas instalaciones que ahora tenemos, a finales de los años 90 era más rústico, a veces estábamos un poquito apretados, pero estábamos a gusto y queridos. En los inicios el padre era muy constante en sus visitas, te abrazaba y daba la bienvenida cuando llegaban todos niños, era un amor genuino, aunque fuera la primera vez que te conocía.

Lo que más impacto mi vida fue la influencia del padre y ver su misión, llevo grabado en el corazón las palabras que nos decía el padre, cuando te abrazaba te daba una palmadita en la espalda y te decía que eras su hijo más querido.

El Padre Wasson junto a un grupo de niños y niñas de NPH Guatemala

NPH CELEBRA 70 AÑOS COMO ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL >

Con los años se han ido construyendo las instalaciones de ahora, pero ¿Cómo fueron aquellos primeros años?

Muy al principio vivíamos en una casa detrás de una granja de gallinas, que fue la primera casa de NPH Guatemala, pero el padre siempre quería lo mejor y la familia crecía, además aquella casa siempre tenía olor granja que no era muy agradable. De allí pudimos trasladamos a otra casa que se llamaba Granja Maya que tenía dos habitaciones, una para varones y otra para las mujeres. En Granja Maya no teníamos baño y teníamos que caminar lejos por el monte, pero los tíos siempre buscaban soluciones, sobre todo para las noches.

Cuando la familia creció el padre encontró varios lugares, en aquel entonces tuvimos que alquilar diferentes casas en Chimaltenango, pero esas casas también se nos hicieron pequeñas y además teníamos que vivir en grupos separados. Una de las veces que el padre vino logró encontrar el terreno que ahora tenemos, en aquella época nos mudábamos mucho, pero siempre encontrábamos momentos como las misas para juntarnos todos. Poco a poco pudimos trasladarnos a las instalaciones de ahora, pero fueron años de construcción, todos los días por las tardes queríamos apoyar para poder mudarnos lo antes posible, y ayudábamos a limpiar el terreno, a mover matojos…

Después de tantos años de mudarnos fue muy bonito poder vivir en un mismo lugar, por fin, la primera vez que vimos el comedor lleno con los niños, los cuidadores y los trabajadores fue muy emocionante.

Niños y niñas ayudan durante la construcción en la nueva propiedad de NPH Guatemala

¿Qué es lo que más recuerdas del Padre Wasson?

Del padre recuerdo que cuando ingresé a NPH me dio un abrazo y me dio la bienvenida como si me conociera de toda la vida. El Padre Wasson tenía que pensar en muchas cosas y muchas preocupaciones de todo, pero siempre me transmitió seguridad y siempre estaba sonriendo.

Siempre cuento que el padre tenía eso peculiar, cuando daba la misa se tomaba el tiempo de hablarnos a todos. El padre nos amaba a todos, analizando ahora de adulto puedo ver el gran corazón que tenía, como nos transmitía que éramos una familia y que estábamos seguros allí. Fue mi padre y gracias a él soy quien soy, y gracias a él puedo decir que estoy con vida y que ahora tengo una familia. Me hubiera gustado que el padre hubiera conocido a mi hija, pero yo siempre lo llevo en el corazón e intento replicar su amor a mi familia.

Jorge de joven durante una comida en NPH Guatemala

Actualmente, Jorge trabaja como coordinador de transportes en NPH Guatemala, encargándose de toda la flota de vehículos y conductores. Jorge tiene muchas metas para el futuro y quiere seguir creciendo como padre y profesional, ya que acaba de ser padre de una hermosa niña, a quien espera poder transmitirle los valores y enseñanzas de NPH.

¿Te gustaría apadrinar a un niño o niña de nuestros programas para ofrecerle una oportunidad de futuro?

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