Los niños con discapacidades y los ancianos de Casa Eva en NPH Honduras, reciben todos los cuidados y el cariño necesario por parte de un equipo maravilloso de cuidadores, también voluntarios y niños del hogar.
Viven como en una familia, integrados con la población de niños atendidos en el rancho santa fe, lo que hace que se sientan queridos y aceptados como parte de la familia NPH.
Esto les permite tener cubiertas sus necesidades físicas (médica y nutricional) y emocionales (afectivas y cognitivas). Todo ser humano se merece vivir con dignidad.