Haití está sumido en una crisis humanitaria sin precedentes. La violencia de los grupos armados ha obligado a cientos de personas a huir de sus hogares en busca de seguridad. Nuestro programa Kay St. Hélène, ubicado en las montañas de Kenscoff, ha tenido que abrir sus puertas para acoger a 392 refugiados.

El domingo 16 de febrero, miembros de pandillas fuertemente armados lanzaron ataques en el área de Kenscoff, incluyendo la toma de la Reserva Ecológica Wynne Farm y de infraestructuras estratégicas. Los enfrentamientos entre las pandillas y las fuerzas de seguridad (FADH y PNH) están siendo intensas, y esto ha provocado la huida de civiles huyendo de la violencia.

Entre los refugiados hay 145 niños y 247 adultos, quienes han perdido todo: sus casas, pertenencias, comida y ropa. Sin un refugio seguro, llegaron hasta nuestro programa de Kenskoff buscando protección y apoyo.

En estos momentos, los hemos acomodado en nuestra escuela y estamos distribuyendo alimentos básicos como arroz, frijoles, aceite y agua, tanto a ellos como a los niños que ya vivían en nuestro hogar de NPH.

«La noche fue tranquila, pero había mucho miedo. Estamos esperando al Padre Rick, que vendrá hoy con algo de ayuda para los refugiados. Algunos de los refugiados planean ir más lejos, al campo, y otros van a Petion Ville.» – dicen nuestras fuentes en Kenskoff – «Tendremos que arreglárnoslas para poder controlar lo que está pasando. Y dentro, nuestros niños y niñas están a salvo, pero tienen mucho miedo. Estamos en una situación en la que no queremos que llegue la noche, porque es aterrador.»

Estos refugiados instalados en nuestra escuela que permanece cerrada desde el fin de semana, se unen a los 340 niños y niñas que viven en el centro residencial de NPH en las mismas instalaciones, incluyendo 53 niños con discapacidad del programa Kay Christine y más de 100 trabajadores, muchos de los cuales se han quedado en nuestras instalaciones buscando protección también.

Familias instaladas en el suelo de la escuela de nuestro programa en Kenskoff reciben productos de higiene.

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Desafíos en la distribución de ayuda

Gracias a los esfuerzos del Padre Rick y un equipo de NPH y la Fundación St. Luke, la tarde del lunes se logró transportar sacos de arroz, frijoles y aceite desde Puerto Príncipe hasta Kenscoff. Sin embargo, el camino estuvo marcado por la tensión, con el equipo sorteando zonas controladas tanto por la policía como por grupos armados.

Actualmente, estamos brindando atención a más de 500 personas, incluidos los refugiados y los niños que ya vivían en el programa residencial de NPH. Aunque tenemos provisiones para aproximadamente dos semanas, el aumento de la población en nuestras instalaciones ha reducido drásticamente la disponibilidad de alimentos y agua.

El Padre Rick llega con provisiones de alimentos y necesidades esenciales.

Necesitamos tu ayuda

Para continuar brindando asistencia, debemos adquirir urgentemente:

• Sacos de arroz, frijoles y aceite para alimentar a los refugiados y los niños que forman parte de NPH.
• Galones de gasolina para garantizar la logística del transporte de ayuda.

Debido a la situación que vive el país, los precios de los alimentos en Haití han experimentado un aumento significativo, con una inflación proyectada del 25,8% en 2025, con los precios variando y cambiando rápidamente debido a las condiciones económicas y de seguridad

Nuestra comunidad en Haití enfrenta una situación desesperada. Necesitamos tu apoyo para garantizar que estos niños y familias puedan sobrevivir en este momento crítico.

Dona ahora y salva vidas

Agradecemos profundamente tu solidaridad. En tiempos de crisis, la esperanza llega a través de actos de generosidad. Gracias por ser parte de esta misión de amor y compasión.