Entrevista a la Dra. Gassant en La Vanguardia

Esta mañana nos hemos despertado con la importante entrevista de NPH en La Contra de La Vanguardia, que pone de relieve el drama que está viviendo Haití en estos últimos tiempos, así como la importante labor humanitaria que NPH desarrolla en el país desde 1987.

La entrevista que concede la Dra. Pascale Gassant, directora del Hospital Pediátrico St. Damien, coincide con la campaña informativa que desde la Fundación NPH lanzamos este mes de agosto, en plenas vacaciones de verano, para concienciar sobre la crisis que está viviendo Haití.

Puedes leer la entrevista aquí

La Dra. Pascale Gassant visitó Madrid y Barcelona con motivo de la celebración de los 20 años de la Fundación NPH. En su visita aprovecharon para atender a medios españoles, visitar organizaciones que apoyan el hospital y atender la cena benéfica por los 20 años de la Fundación NPH en España.

Gracias a vuestras generosas aportaciones hemos superado los 13.000€ para adquirir alimentos, medicinas, agua y diésel, para atender a los enfermos y heridos de guerra que acuden a nuestros hospitales St. Damien y St. Luc. 🏥

⚠️ Los asesinatos, los secuestros y la violencia sexual cometidos por más de 200 grupos criminales extremadamente violentos en Pto. Príncipe y alrededores, siguen creciendo, pero con vuestras colaboraciones, podremos seguir en Haití, atendiendo los derechos humanos de los más vulnerables.

La Fundación NPH ofrece una respuesta urgente ante la escalada de la crisis y abusos cometidos por grupos criminales, donde más del 50% de la población haitiana padece hambre aguda, además de esclavitud y explotación.

El Hospital Pediátrico St. Damien sigue operando en Haití, a pesar de estar ubicado en una de las zonas más conflictivas de Pto. Principe. Los trabajadores arriesgan su vida cada día para ir a trabajar, y como explica la Dra. Gassant: A veces, cuando hay enfrentamientos tenemos que quedarnos dos o tres días. El Hospital atiende a más de 80.000 niños vulnerables cada año, y es el único hospital en Haití con un departamento oncológico.

¿Quieres apoyar al Hospital Pediátrico St. Damien?
Con 10€ al mes apoyas el tratamiento de niños y niñas que acuden enfermos al hospital, así como las necesidades básicas para mantenerlo abierto, energía para los generadores, agua limpia y medicinas.

“Cuando sales a trabajar no sabes si sobrevivirás a ese día” – Gena Heraty sobre Haití

UNICEF reporta que, en los primeros seis meses de 2023, se han reportado casi 300 casos de secuestro, el triple que en 2021. En la mayoría de los casos, los niños y las mujeres son secuestrados por grupos armados y se usan para ganancias financieras o tácticas. Las víctimas que logran regresar a casa lidian con profundas cicatrices físicas y psicológicas, posiblemente durante muchos años.

La situación general en Haití es catastrófica. Hoy, aproximadamente 5,2 millones de personas, o cerca de la mitad de toda la población, requieren asistencia humanitaria, incluidos casi tres millones de niños. A medida que la violencia continúa devastando vidas inocentes, la Fundación NPH se mantiene firme en su compromiso de brindar ayuda crítica y apoyo a los niños y niñas de Haití que se ven afectados por esta crisis humanitaria.

Una de las personas que vive el día a día de la crisis es Gena Heraty, quien hace 30 años se fue a Haití para empezar el proyecto de necesidades especiales. Gena lidera un programa que incluye un hogar residencial para niños y adultos con discapacidad, centros de rehabilitación para niños, adultos y sus familias, educación y atención social y el único centro de formación en terapia de Haití.

ENTREVISTA A GENA EN RADIO RTE

Hace unas semanas Gena fue entrevistada en RTE Radio, una estación popular de Irlanda, durante una visita breve a su país. Las desgarradoras palabras de Gena muestran un Haití sumido en una situación de violencia constante.

Te traemos la transcripción traducida de la entrevista, que también puedes escuchar en su formato original aquí: https://www.rte.ie/radio/radio1/clips/22261732/

>Tu historia es extraordinaria, explícanos un poco como llegas a Haití con solo 23 años

Siempre me intereso poder ir a algún lugar y hacer cooperación al desarrollo, aunque no estaba segura de donde podía ir. Cuando finalice mis estudios en la Universidad de Limerick, me involucre con una organización en Irlanda y me sugirieron hacer un voluntariado con ellos en un Centro Comunitario llamado Dublin Simon Community, y me encantó. Mientras estaba en este voluntariado estuve buscando oportunidades en otras partes.

Crecí en una parte rural de Irlanda, allí siempre teníamos revistas y misionarios que venían nuestras comunidades, y desde joven siempre supe que era algo que me gustaría hacer.

>¿De dónde eres exactamente?

Soy de Carrarevaugh, una pequeña zona del condado de Mayo. Crecí en una granja, recuerdo una infancia muy bonita con mis 11 hermanos.

>¿Eres la hermana mayor?

Soy el número 10

>Eventualmente acabas en Haití cuidando de niños con necesidades especiales, ¿cómo llegas allí?

La organización en la que trabajo se llama Nuestros Pequeños Hermanos (NPH). Cuando estaba en Dublín, una de las voluntarias había vuelto a pasar sus vacaciones en Dublín y me explicó “tenemos un hogar con niños que han sido abandonados, niños que han vivido situaciones muy difíciles, y tenemos niños con discapacidad y nos gustaría tener un hogar para ellos”. Me preguntó si me gustaría irme a trabajar con ellos, y le dije un rotundo sí, aunque no tenía experiencia.

Llegué a Haití, conocí a los niños, y desde el primer día supe que ese iba a ser mi hogar.

Los niños con discapacidad son abandonados, normalmente en hospitales. En Haití no hay servicios sociales. Imagina una familia con un niño con discapacidad grave sin acceso a servicios médicos, sin silla de ruedas, sin ayuda… así que muchas veces son abandonados. Pero no los abandonan porque los padres no les importe, sino porque no tienen los recursos necesarios.

Muchos de estos niños acaban en nuestra organización. El programa empezó a crecer y también empezamos a ofrecer más servicios para los padres. Mi regla desde el principio fue “¿si estuviera en la piel de estos niños, que me gustaría?” y con la respuesta hemos ido ampliando los servicios educacionales, de rehabilitación, servicios médicos.

>¿Cómo se financia el trabajo que hacéis, especialmente con la situación en Haití?

Para poner en contexto la situación de Haití, es un país que nunca ha tenido un gobierno estable o un gobierno que funcione como esperamos desde Europa que un gobierno funcione. Así que no recibimos nada del gobierno de Haití, para hacerte una idea, el gobierno ni siquiera financia sus propios hospitales.

Nos financiamos con las aportaciones de varios países que recaudan fondos para NPH, donaciones de Irlanda, de Europa, de Estados Unidos. Cuando yo vuelvo a Irlanda siempre hay gente que me ayuda con donaciones y siempre quedo sorprendida con la generosidad de la gente, especialmente cuando vuelvo a mi pueblo. Muchos han estado ayudando en cada paso que he dado, y es fantástico sentir el apoyo de estas personas cuando estoy en Haití.

>¿Hay alguna oportunidad de grupos de ayuda que pueden ir?

Solíamos recibir a voluntarios, grupos magníficos que venían a ayudarnos, pero actualmente la situación es tan complicada y peligrosa que no podemos recibirlos, no podemos garantizar su seguridad. Así que desde hace un tiempo no hemos podido recibir a ningún grupo de voluntarios.

>Hace poco escribiste un texto que se titulaba “es imposible hablar de Haití” donde describes algunas de las horribles situaciones que estáis viviendo allí, los secuestros y asesinatos.

Primero de todo no me gusta presentar a Haití con esta connotación negativa, hay tantas cosas positivas que también pasan allí, pero la realidad de las personas con las que trabajo diariamente es terrorífica en este momento. En los últimos dos años, hay pandillas (gangs) que están controlando el país, y están fuertemente armadas. Han tomado el control de muchas áreas, cuando llegan a una comunidad despliegan terror, queman casas…

Mucha gente tiene que huir en mitad de la noche con sus hijos sin ningún sitio a donde ir, ¿dónde vas cuándo no tienes ningún sitio a dónde ir? A veces, llegan a casa de un familiar, pero sin absolutamente nada, porque se han quedado sin casa y sin su comunidad.

La otra realidad es que actualmente hay más secuestros en Haití que en cualquier otro sitio del mundo. Mucha de la población está traumatizada, cuando sales a trabajar o sales de tu casa no sabes si sobrevivirás a ese día, es una constante preocupación por tus seres queridos. Todo el mundo ha visto o tiene a alguien que ha sido secuestrado, asesinado, amenazado con armas. Conocemos a gente que han secuestrado y todavía no han sido liberadas.

Es un momento muy complicado, de mucha violencia.

Crisis humanitaria en Haiti | NPH Spain
LEE EL TESTIMONIO DEL PADRE RICK SOBRE LA CRISIS EN HAITÍ >>

>¿Te preocupa tu seguridad?

Me preocupa la seguridad de la gente con la que trabajo, no me preocupa mi seguridad en concreto, aunque sé que también me puede pasar algo. Pero no puedo dejar que me supere porque no podría hacer mi trabajo.

Tenemos un programa en las montañas de Kenskoff y un centro de rehabilitación a unas dos horas cerca de la capital, cuando me subo al coche para ir de un programa al otro soy consciente de que puede pasar cualquier cosa. Somos lo más cuidadosos posible, si sabemos que han reportado disparos en un área, por ejemplo, no vamos allí.

Pero mi preocupación constante es con los trabajadores que están afuera todo el día, yo puedo decidir quedarme en el hogar de Kenskoff sin salir a los otros programas, pero los trabajadores que tenemos en el centro de rehabilitación tiene que ir y venir cada día. Muchos de ellos han sido apuntados con armas directamente, y eso te traumatiza.

>¿Cómo es ir a la escuela para los niños?

Horrible, estar en clase oyendo disparos constantemente, hacer el camino a la escuela con miedo. Las escuelas cierran y abren con frecuencia sus instalaciones.

>Hay historias diarias que son impensable ¿puedes compartir la historia de la madre con una bolsa de arroz en el autobús?

Los fines de semana hay mercados y hay muchas mujeres que van a vender sus pequeñas cosechas y conseguir otros productos básicos que no siembran en sus pequeños huertos.

En una de las áreas que está controlada por una de las gangs, pararon un autobús, apuntaron a todos los pasajeros con armas para quedarse con toda la mercancía de la gente. Una de las mujeres tenía una bolsa con arroz, levantó las manos y les dijo “¿cómo voy a poder alimentar a mis hijos ahora?” y simplemente la dispararon.

Es una historia horrible, lo peor es que estas historias se repiten cada día. Ayer mismo, uno de nuestros estudiantes fue asesinado en su comunidad, hemos llegado al punto de que es imposible contabilizar todos los asesinatos. Según la UN hay más personas asesinadas en Haití que en Ucrania ahora mismo.

>¿Cuándo vuelves a Irlanda como en este momento, tienes la sensación de estar en otro planeta?

Mi padre solía decir, la mitad del mundo no sabe la realidad de la otra mitad. Entiendo que es todo relativo, la gente de aquí tiene que quejarse de lo que no funciona en su país, es normal.

Pero cuando vives en otras situaciones tienes otra perspectiva. Por ejemplo, hoy hemos venido hasta aquí y ninguna se ha tenido que preocupar por si nos secuestraban o nos asesinaban. No estamos escuchando armas ni disparos, no se puede comparar.

Cuando vuelvo a mi casa en Irlanda aprecio absolutamente todo, estoy agradecida de poder coger un autobús, de la naturaleza, de una cantidad de cosas que no apreciaba antes, porque te das cuenta que no puedes dar por hecho nada.

Me encanta volver, pero no me quiero quedar aquí. El día antes de volver a Haití estoy igual de emocionada que la primera vez que volé allí. Amo lo que hago, amo a los niños y a las personas con las que trabajo.

Estudiantes de Kay Germaine bailindo
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>Por eso mucha gente te describe como una santa, si vivieras aquí tendrías una vida más fácil.

Pero no sería igual de feliz, la suerte en la vida es encontrar algo que disfrutes hacer y te guste. No me considero una santa, me considero una persona con suerte de haber encontrado algo en la vida que me guste y me llene tanto como lo que hago, y además estoy ayudando a la gente. Ver el progreso que tiene el trabajo que hacemos con los niños discapacitados es precioso.

>Los verdaderos santos son mis compañeros, los trabajadores, ellos son los que cada día se arriesgan y dan todo su corazón. Claro que, en comparación con Irlanda, mi vida está más en peligro, pero en comparación con los hombres y mujeres con los que trabajo, no. Imagina ser un niño con discapacidad en medio de esta crisis, es complicadísimo. Ellos son los que me inspiran cada día, y me dan la fuerza de seguir adelante.

Honrando la vida de Raphael durante la dura crisis que vive Haití – por el Padre Rick

El siguiente artículo ha sido escrito originalmente por el Padre Richard Frechette en la web de la Fundación St. Luke en Haití. Puedes leer el post original aquí. Tanto el Padre Rick como la Fundación St. Luke han sido siempre amigos y aliados para la Fundación NPH, nos unen lazos desde hace más de 30 años.
Crisis humanitaria en Haiti | NPH Spain

Querida familia y amigos,

Mientras escribo estas palabras, la violenta guerra de pandillas en Port Au Prince aumenta y llega a nuestro vecindario, que también es el vecindario de la embajada de los Estados Unidos. La embajada está, ahora mismo, evacuando a todo el personal que no es esencial en situación de emergencia.

En consecuencia, el hospital de St. Luke está recibiendo muchos casos de trauma y disparos de bala, especialmente desde que el hospital especializado más cercano que los estaba atendiendo ha cerrado después de un ataque armado en el hospital.

No podemos hacer que los cirujanos vengan a nuestra zona. Es una zona roja. Y al igual que muchos otros hospitales en Port Au Prince, ni siquiera podemos mantener a las personas que ya tenemos, ya que muchos huyen de Haití para criar a sus familias en un país más seguro.

No somos capaces de administrar un departamento de trauma de alto nivel. Esto quiere decir que estabilizamos las heridas de bala lo mejor que podemos y lo transferimos a un centro de cirugía privada a coste nuestro, para lo cual no tenemos presupuesto, pero debemos actuar para salvar vidas.

Nos enfrentamos a la peor crisis que hemos vivido en 34 años de misión en Haití, y las consecuencias no son sólo la desintegración de una nación y todas las instituciones que constituyen una civilización, sino que la gente está sufriendo. La peligrosa enfermedad de la desesperación nos rodea como un mar violento en un huracán.

Y, sin embargo, en medio de todo esto, estaba Raphael.

El profeta Isaías dice:

“Qué hermosas en las montañas son los pies de los que traen buenas noticias, que proclaman la paz, que traen buenas noticias, que proclaman la salvación, que le dicen a Zion:” ¡Tu Dios reina! ” (Isaías 52: 7)

Raphael tenía tales pies. Un héroe durante nuestros dos terremotos, un héroe durante el Covid, un héroe durante el cólera (dos epidemias), un héroe que rescata al herido de un disparo en un área de conflicto, un héroe en la negociación de entrega de comida y agua en poblaciones marginadas.

Un experimentado médico de emergencia que podía poner una vía en una hormiga si hubiera sido necesario, constructor de escuelas y clínicas, rescatador de los secuestrados, disponible día y noche para quien lo necesitara. Raphael mostró un liderazgo magistral durante negociaciones, calmando los niveles de tensión cuando se volvían peligrosos, llegando a acuerdos, y la lista sigue y sigue.

Bendije sus pies proféticos, sus manos, su corazón, su frente antes de colocarlo en su ataúd.

Hemos perdido uno de los pilares de nuestra misión, uno de los fundadores, uno de nuestros líderes más capaces en todas las categorías de problemas y tragedias. Hemos perdido a nuestro héroe, Raphael Louigene.

Raphael murió hace dos semanas del estrés de todas las tragedias que cargaba. Cargas que llevó con gusto por las innumerables personas vulnerables. Falleció por un derrame cerebral masivo. Por favor, únete en nuestro duelo por su pérdida, la cual es enorme. Esta noche es la última noche de nuestra oración pública por él.

Puedes leer las nueve noches de oración homenaje a Raphael en stlukehaiti.org.

Los siguientes pensamientos son para todos aquellos que están sufriendo, especialmente en aras de otro. Que sean un consuelo para cualquier persona en cualquier lugar.

“No estás aquí para encontrar el amor en todas partes, ni para ser recibido por la felicidad a cada paso, ni para ser bañado de amabilidad y gratitud a lo largo del camino, ni para permanecer para siempre jóvenes. Viniste aquí para crear amor fuera de la división, incluso fuera de la guerra, por la gracia de Dios. Su alma eterna fue creada y colocada en un marco sofocante de hueso, sangre y carne. Solo aquí puede ser forjada la fuerza interior por el dolor, se puede nutrir la sabiduría por el fracaso, puede ser la recompensa de aquellos que eligen dar amor sin mirar el costo. Tu alma lucha con las cosas amargas de la vida para conocer la dulzura de la alegría interior.

No hay un río de amor que corre tan profundo como el amor forjado a través de una batalla del corazón, ninguna fuerza tan poderosa como la lucha por las manos del mal a través de la resolución desafiante, no hay sabiduría como lo ganado al tropezar en la oscuridad, de pie nuevamente, tropezando y caminando de nuevo, y otra vez. Todo lo bueno, todo lo que tiene significado, puede ser tuyo por tu amor sacrificial, apilado por la misericordia de Dios”. (Rabino Tzvi Freeman)

Trabajamos para esto; esperamos esto:

Luego vi “un cielo nuevo y una tierra nueva”, para el primer cielo y la primera tierra había fallecido, y ya no había mar. Vi la Ciudad Santa, la Nueva Jerusalén, saliendo del cielo de Dios, preparada como una novia bellamente vestida para su esposo. Y escuché una voz fuerte del trono diciendo: “¡Mira! La vivienda de Dios ahora se encuentra entre la gente, y él habitará con ellos. Serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos y será su Dios. ‘Se limpiará cada lágrima de sus ojos. No habrá más muerte, luto, llanto o dolor, ya que el antiguo orden de las cosas ha fallecido”.

El que estaba sentado en el trono dijo: “¡Estoy haciendo todo nuevo!” Luego dijo: “Escribe esto, porque estas palabras son confiables y verdaderas”. Me dijo: “Está hecho. Soy el alfa y el omega, el comienzo y el final. A la sed, daré agua sin costo de la primavera del agua de la vida”. Aquellos que son victoriosos heredarán todo esto, y yo seré su Dios y ellos serán mis hijos “. (Revelaciones 21: 1-27)

Tuve la suerte de estar con Raphael cuando murió. Luchamos para estabilizarlo, para transportarlo a EE. UU., para seguir las recomendaciones que nos daban a través de facetime equipos en Haití y EE. UU. Sostuve su brazo cuando murió, y mi mano descansó sobre su cabeza en oración. No tengo hijos propios, pero a menudo me llaman “padre”.

En ese momento, realmente sentí que era padre. Sentí lo que debía ser perder un hijo.

Raphael, como él mismo explicó en muchas ocasiones, creció en una vida rodeada de crimen. No pudo evitar dónde nacer y crecer. Comencé a trabajar como sacerdote y médico en su área, con los Hermanos de la Madre Teresa, en 1999 cuando él tenía 17 años. Raphael buscaba algo más para su vida, aparte de ser condenado al crimen.

Padre Rick, Raphael y otros trabajadores de St. Luke llevando suministros a áreas remotas

Jesús dice que algunas semillas caen entre las espinas, algunas en suelo poco profundo, en algún lugar que las aves están forjando y algunas son enviadas a suelos fértiles. Las semillas caen donde pueden, pero las personas eligen espinas o suelos tóxico. O eligen la rica cultura del amor.

Raphael se liberó de espinas y entornos tóxicos. Comenzó a trabajar con nosotros por un futuro diferente. Su evolución fue increíble. Sin embargo, se mantuvo atado a los que se ahogan en sus entornos tóxicos, esperando a que las elecciones para su liberación pudieran ser posibles.

Durante 25 años trabajó a mi lado, muriendo a los 41 años. Traje a Raphael y a muchos de nuestro personal haitiano a mi mundo, muchos de vosotros lo conocíais a él y a muchos otros.

Participamos en una maratón por la paz en Belén, recaudamos fondos en Italia, España, Alemania, visitamos África e India. Raphael también me trajo a rincones remotos y alejados, tanto a las bellas montañas de Jacmel de donde él era hasta a las condiciones indescriptibles de los marginados en Port Au Prince.

A medida que Haití se volvía cada vez más violento, muchas veces en los últimos tres años traté de convencer a Raphael para que llevara a sus hijos a Estados Unidos y se quedara allí con ellos. Pero él no quería dejar a Haití. ¿Qué sería de Haití si todos se fueran? – preguntaba él.

Pero en concreto me dijo que no dejaría Haití si yo no dejaba Haití …  Hizo de su misión protegerme y yo me propuse protegerlo.

Así que trabajamos juntos y fuimos juntos a encarar peligros: liberar a personas secuestradas, rescatar a heridos, tratar de negociar la paz.

Juntos también recogimos muchos cuerpos brutalizados, algunos tan destrozados que sólo pudimos levantarlos con una pala. Los sacamos de las calles para protegerlos, en especial a los niños, lejos de los cerdos y perros hambrientos que se los comen, para enterrarlos con cierta dignidad.

Pero en los últimos dos años, cada vez que hacíamos esto me enfermaba, me imaginaba que un día me llamarían para recuperar el cuerpo de Raphael de esta manera, o él recuperaría el mío. Cuando murió en el hospital que él ayudó a construir, y con nosotros a su lado, estuve muy agradecido por la forma en que Raphael murió. Una buena muerte. Rápida y pacífica. Con oración.

Es extraño estar en un país donde cuando pierdes un amigo, de repente te alegra que no haya sido masacrado. Después de que Raphael muriera, cuando tuvimos que viajar a través de violentas pandillas para visitar a su madre, pasamos por áreas peligrosas sin ningún problema porque estas pandillas también estaban honrando a Raphael, a pesar de todos sus esfuerzos humanitarios en sus áreas, bebimos café amargo con su madre, Fifi, una tradición cuando uno está de luto.

Fifi de repente me dijo que estaba muy contenta de cómo había muerto Raphael. También tenía miedo de lo que yo tenía miedo. Me dijo que le daba fuerza y paz que Raphael muriera mientras yo sostenía su mano y rezaba por él, con muchos de nosotros a su alrededor. Esto dice mucho sobre el estado del país.

Padre Rick tomando café amargo con Fifi, la mama de Raphael

Cuando Raphael murió, muchos perdieron un verdadero padre, y muchos otros perdieron a un hermano. Todos perdimos a un amigo atesorado. Y al igual que Fifi y los ancianos de su familia, perdí a un hijo querido.

“Desnudo vine del vientre de mi madre, y desnudo volveré; El Señor dio, y el Señor se ha quitado; Bendito sea el nombre del Señor “. (Job 1:21)

Estamos eternamente agradecidos por su vida, y contamos con su ayuda en el cielo. Os aseguro que, siguiendo el sueño de Dios por la humanidad, para el mundo, para Haití, y fortalecido por el ejemplo de Raphael, nos comprometemos a involucrarnos con mayor fuerza para ser solidarios con las personas en momentos tan difíciles, totalmente convencidos de que veremos mejorar a Haití con la ayuda de Dios.

Que el alma de Raphael Louigene, y las almas de todos los fieles que han partido a través de la misericordia de Dios, descansan en paz.

Fr Richard Frechette | Port Au Prince | 30 de julio de 2023

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La directora del Hospital St. Damien en Haití visita España por los 20 años de la Fundación NPH

El pasado martes, 3 de julio, Pascale Gassant directora del Hospital Pediátrico St. Damien, y Maritza Beaubrun, gerente de proyectos del hospital, visitaron Madrid y Barcelona con motivo de la celebración de los 20 años de la Fundación NPH. En su visita aprovecharon para atender a medios españoles, visitar organizaciones que apoyan el hospital y atender la cena benéfica por los 20 años de la Fundación NPH en España.
Entrevista con la agencia EFE en Madrid

El pasado lunes, 2 de julio, Maritza y Pascale, llegaron a España procedentes de París, donde fueron recibidas en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid por Xavier Adsará, director de la Fundación NPH en España y presidente de NPH Europa. Ambas, fueron entrevistadas por la Agencia EFE en una oficina de la capital madrileña.

Posteriormente compartieron una comida con Juan Amunategui (coordinador para América Latina) y Lucas Bolado (coordinador de proyectos) de Manos Unidas.

Antes de partir en AVE rumbo a Barcelona, fueron también entrevistadas por el área de comunicación de Manos Unidas, ya que el hospital St. Damien, único hospital pediátrico infantil en Haití, ha recibido el apoyo de Manos Unidas desde el año 2010, después del devastador terremoto sacudió con extrema violencia a toda la capital haitiana. Desde entonces, una fuerte alianza estratégica entre NPH y Manos Unidas ha permitido que el Hospital St. Damien haya podido seguir funcionando a pesar de la guerra civil y la extrema violencia que existe en las calles de la capital haitiana. 

Pascal y Marytza, en la sede central de Manos Unidas en Madrid, con Juan Amunategui (coordinador de M.U. para América Latina) y Lucas Bolado (coordinador de proyectos en Haití)
MARTES 3 DE JULIO

El martes 3 de julio, ya en Barcelona, Pascale y Maritza acompañadas de Elena López-Gil (coordinadora de Proyectos de la Fundación NPH), visitaron la sede de Fundación Roviralta, donde intercambiaron impresiones con su director, Tomás Téstor, y con María Andreu, coordinadora de proyectos de Fundación Roviralta.

Fundación Roviralta lleva colaborando ininterrumpidamente con la Fundación NPH desde el año 2008. Durante estos años ha apoyado proyectos médicos, educativos, de desarrollo y de ayuda humanitaria en Haití, Nicaragua, Honduras, México y Guatemala.

Maritza y Pascale en Fundación Roviralta, con su director, Tomás Téstor, y María Andreu (coordinadora de proyectos).
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A continuación, Maritza y Pascale visitaron la sede de Fundación Netri. Allí fueron recibidas por Néstor Ollé, Director de Fundación Netri, y por Josephine Ragni, Social Investment Manager, quienes se interesaron por la actual situación social que vive Haití.

Fundación Netri colabora con la Fundación NPH desde el año 2007 de forma recurrente y su ayuda ha sido destinada fundamentalmente a un proyecto de recuperación nutricional en Haití.

Maritza y Pascale en Fundación Netri, con Néstor Ollé, director, y Josephine Ragni, Social Investment Manager.
MIÉRCOLES 5 DE JULIO

La intensa agenda de visitas planificada con muchos meses de antelación por la Fundación NPH, llevó el miércoles 5 de julio a la Dra. Pascale Gassant, Marytza Beaurrun, y Xavier Adsará, a visitar las instalaciones pediátricas del Hospital Vall D’Hebrón acompañados por la Dra. Inés de Mir (pediatra infantil), y los doctores Felix Castillo (Jefe de servicio de Neonatología), y Antonio Moreno (Jefe de servicio de Pediatría), con el objetivo de integrar al personal médico de St. Damien en un programa de formación en España. Las visitas se centraron principalmente en las dependencias de neonatología, oncología pediátrica, UCI, emergencias y consultas externas.

Tras una intensa mañana en La Vall D’Hebrón, la Dra. Pascale y Marytza, junto a Dora Serrano (directora de NPH El Salvador), tuvieron un emotivo encuentro con Mireia Anguerri, delegada de Manos Unidas para Barcelona.

La Dra. Pascale y Marytza, durante su visita al Hospital Vall d’Hebrón, con la Dra. Inés de Mir (pediatra infantil) y los doctores Felix Castillo (jefe de servicio de Neonatología) y Antonio Moreno (jefe de servicio de Pediatría).
JUEVES 6 DE JULIO

El jueves, 6 de julio, Pascal y Maritza fueron recibidas por el alcalde de Terrassa, Jordi Ballart i Pastor, y por la regidora de Sanidad del Ayuntamiento de Terrassa. Ambas personalidades mostraron mucho interés por conocer el funcionamiento del Hospital St. Damien. En esta ocasión, las acompañó Loli Fernández, directora de la sede de NPH en Terrassa, que ha viajado a Haití en numerosas ocasiones.

El ayuntamiento de Terrassa colabora con la Fundación NPH, de forma ininterrumpida, desde el año 2014 y apoya un programa de deporte, salud y desarrollo en Haití.

Pascal y Maritza, recibidas por el alcalde de Terrassa, Jordi Ballart, y la regidora de Sanidad, Laura Rivas Moreno. Estuvieron acompañadas por Loli Fernández (delegada de NPH Terrassa) y Elena López-Gil (coordinadora de proyectos de la Fundación NPH).
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La Dra. Pascale Gassant y Maritza Beaubrun se quedaron muy impresionadas por el apoyo, la generosidad y la solidaridad que muestran tantas organizaciones hacia Haití, y, al mismo tiempo, tremendamente satisfechas con la cálida acogida que recibieron en nuestro país.

El Ayuntamiento de Terrassa lucha por la justicia social en Haití

El Ayuntamiento de Terrassa apoya a la Fundación NPH y a su socio local en Haití, Nos Petits Frères et Sœurs Haïti, desde el año 2014. Hasta la fecha, las ayudas otorgadas por el Ayuntamiento de Terrassa han alcanzado la cifra de 186.126 € y se han materializado en la mejora de la salud y el correcto desarrollo de más de 5.000 niños y jóvenes haitianos vulnerables.

Las ayudas recurrentes para cooperación internacional otorgadas por el Ayuntamiento de Terrassa a la Fundación NPH a lo largo de la última década se han destinado principalmente al programa de “Deporte, Salud y Desarrollo” de niños y adolescentes en Haití.

El proyecto se gestó en el año 2013 a raíz de la visita al país caribeño de Loli Fernández, una profesional del ámbito de la salud nacida en Terrassa. Durante su estancia en Haití, Loli constató que la población marginal haitiana carecía de conocimientos en el ámbito de la salud preventiva. Teniendo en cuenta que los jóvenes son más receptivos a escuchar información sobre salud cuando es transmitida a través de la práctica deportiva, decidió organizar sesiones de entrenamiento deportivo como medio para lograr objetivos de educación en salud.

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Un año más tarde, gracias al apoyo económico del Ayuntamiento de Terrassa, nació el proyecto de “Deporte, Salud y Desarrollo en Haití” con el objetivo de disminuir los índices de morbilidad y mortalidad causados por enfermedades infecciosas entre la población infanto-juvenil haitiana en riesgo de exclusión social.

A lo largo de la última década, un numeroso grupo de voluntarios procedentes de Terrassa han viajado a Haití cada año, junto a la promotora del proyecto, con el fin de participar en las actividades contempladas en el proyecto, entre ellas la capacitación del personal local para lograr la futura sostenibilidad del programa.

Desde que iniciara su apoyo a Haití, en el 2014, el Ayuntamiento de Terrassa ha estado apoyando de forma ininterrumpida el desarrollo adecuado de más de 5.000 niños y jóvenes vulnerables atendidos por el socio local en sus programas residenciales y comunitarios. Además, ha destinado fondos adicionales ante catástrofes humanitarias desatadas en el país, que han permitido atender a más de 10.000 familias.

Esta alianza de larga duración del Ayuntamiento y de la población civil de Terrassa con el pueblo haitiano ha permitido crear un gran impacto en la calidad de vida de los niños y niñas más vulnerables de América Latina.

EL DEPORTE, UN DERECHO UNIVERSAL

Para muchas personas, el deporte y el juego están vinculados a la infancia. A través del juego los niños exploran, inventan y crean, pero también desarrollan habilidades sociales, aprenden a expresar sus emociones y ganan confianza. Sin embargo, para muchos niños, la oportunidad de aprender y crecer a través del deporte y el juego no está disponible.

El programa de “Salud, Deporte y Desarrollo” destaca por ser inclusivo, ya que el deporte aumenta la autoestima entre las adolescentes y brinda oportunidades para el avance de las niñas frente a las barreras relacionadas con el género. Además, a través del deporte se promueve un ambiente seguro y protector para los niños y para enseñar a los jóvenes cómo resolver conflictos de manera no violenta.

Jugar en cualquiera de sus formas es un derecho universal de cada niño. Pero también influye en el desarrollo físico, socioemocional y cognitivo. El derecho al juego está protegido en el artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño, así como el derecho al deporte, que está específicamente contenido en otros tratados internacionales. Por estas razones y muchas más, el programa “Salud, Deporte y Desarrollo” continúa defendiendo este derecho como fundamental para la salud y el crecimiento de los niños en Haití.

Si quieres saber más de los programas de la Fundación NPH, infórmate y colabora con uno de nuestros proyectos.

NPH y el Hospital Vall d’Hebron envían a Haití material y equipo médico valorado en más de 200.000 euros

  • El proyecto, de la mano de Cáritas Burgos, se realiza en el marco de campaña anual n.º 63 a nivel nacional de Manos Unidas.
  • Dicho envío incluirá también material deportivo para seguir impulsando proyectos de inclusión social para niños y jóvenes haitianos

Febrero de 2022 – Ante la situación de emergencia que continúa viviendo un país como Haití, la Fundación NPH ha colaborado con Cáritas Burgos en el envío de un contenedor humanitario al país. Este envío permitirá reforzar el área materno-infantil del Hospital Pediátrico St. Damien con medicamentos, nuevas cunas térmicas e incubadoras. El material y equipo médico, valorado en 276.000 euros, ha sido donado por el hospital Vall d’Hebron de Barcelona.

Además, este envío incluirá también material deportivo (principalmente zapatillas deportivas, camisetas y pantalones) que permitirán seguir impulsando el proyecto de inclusión social para niños y jóvenes de Cité Soleil en Puerto. Príncipe, inaugurado en 2018.

NPH y Manos Unidos

Este año, la Fundación NPH ha sido seleccionada por Manos Unidas para apoyar la campaña de Manos Unidas en Tarragona, compartiendo el testimonio personal en Haití de su director en España, Xavier Adsará. Así, durante los últimos días, la Fundación NPH ha podido participar, desde su delegación en Tarragona, en la promoción de la Campaña anual n.º 63 a nivel nacional de Manos Unidas. Bajo el lema: “La indiferencia los condena al olvido“, la campaña ha tenido recorrido en medios de comunicación, instituciones y escuelas con el objetivo concienciar a la sociedad española para no olvidar a aquellos que más sufren.

La colaboración de Manos Unidas con la fundación NPH en Haití se inició en 2010, a raíz del terremoto que sacudió al país más empobrecido de América, y ha permitido el desarrollo de proyectos de emergencia humanitaria, desarrollo comunitario y sostenibilidad.

Enlace para descargar materiales gráficos y audiovisuales: https://we.tl/t-jTym7uxKWh

Para cerrar entrevistas y ampliar información:

Álvaro Pérez – [email protected] – 934 19 06 30

La Fundación NPH celebra 35 años de compromiso con el pueblo haitiano

  • La Fundación Nuestros Pequeños Hermanos NPH y la contraparte local en Haití celebran 35 años de permanencia ininterrumpida en el país.
  • A lo largo de las tres últimas décadas, han generado un gran impacto en la mejora de la salud, educación y calidad de vida de 1.000.000 de niños, jóvenes y familias vulnerables.

21 de enero de 2022.  Hace exactamente 35 años, el Padre Wasson (fundador de la organización Nuestros Pequeños Hermanos) y el Padre Richard Frechette (Director Nacional de Nuestros Pequeños Hermanos Haití) fundaron el primer hogar de NPH en Haití, el hogar St. Helène, para acoger a niños huérfanos o abandonados, tras ser invitados por la Madre Teresa de Calcuta a visitar el país.

Desde entonces, NPH Haití -“Nos Petits Frères et Soeurs” (NPFS)- ha abierto clínicas, hospitales y escuelas, ha construido viviendas, ha brindado ayuda humanitaria de emergencia y ha ofrecido oportunidades de capacitación y empleo a la comunidad haitiana, castigada históricamente por los desastres naturales, la pobreza, la desigualdad y el crimen. El impacto del compromiso adquirido por NPH en Haití alcanza la cifra del 1.000.000 de personas vulnerables atendidas.

Abierto en el año 1989, el hospital pediátrico St. Damien, el único de esta especialidad en un país que cuenta con algo más de 11 millones de habitantes, de los cuales, 3 millones son niños vulnerables, contribuye a preservar la salud de más de 90.000 haitianos (población materno-infantil) que vive situaciones de pobreza y marginalidad extremas (el 70% de la población sobrevive con menos de 1.5 €/día) en un país donde sólo 1 de cada 15.000 habitantes tiene acceso a un médico. Con los años, se ha convertido en un centro de referencia en Haití que brinda atención médica de calidad, prevención y sensibilización comunitaria.

Con más de 1.600 haitianos empleados en los programas educativos, médicos y de ayuda humanitaria, NPFS ha implementado en los últimos años proyectos sostenibles y de desarrollo socioeconómico como: centros de producción autosostenibles, granjas, piscifactorías o instalaciones solares fotovoltaicas.

Actualmente NPH Haití sobrevive en medio de un estrepitoso caos político, económico y social gracias a la extraordinaria labor realizada por el Padre Rick en defensa de la dignidad y promoción de los derechos humanos de la población haitiana, especialmente de mujeres y niños vulnerables, contando siempre con la comunidad haitiana para desarrollar los proyectos. Por ello, se ha ganado el respeto de la población.

A pesar de todas las dificultades surgidas a lo largo de los 35 años de trabajo ininterrumpido en Haití, el compromiso y apoyo por parte de la Fundación Nuestros Pequeños Hermanos al pueblo haitiano ha permitido sembrar esperanza y transformar la vida de niños, jóvenes, familias y comunidades, reduciendo las desigualdades y creando oportunidades entre la población marginal.

Tal como expresa Xavier Adsará, Director de la Fundación Nuestros Pequeños Hermanos y Presidente de NPH Europa: “Sólo hay un camino, el de vivir comprometidos con el ser humano y esto es precisamente lo que hacemos en Haití. Todas nuestras acciones están encaminadas a alcanzar los Objetivos de Desarrollo sostenible de Naciones Unidas que recoge la Agenda 2030 y a combatir la pobreza en el mundo. Hoy, en NPH, celebramos 35 años de compromiso con Haití, mejorando las condiciones de vida y la dignidad de las personas más vulnerables en este país”. 

Sobre Haití

Haití soporta históricamente una gran inestabilidad política. En 35 años ha tenido 20 gobiernos. Tras la retirada de la MINUSTAH (Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití) y la llegada al poder de Jovenel Moïse, en el 2017, inició un periodo turbulento que culminó el 7 de julio de 2021 con el asesinato del presidente. La actual violencia ha provocado el desplazamiento de cientos de familias de Puerto Príncipe, donde se produce el mayor número de secuestros y homicidios.

La crisis de seguridad, la deportación de miles de inmigrantes, la pandemia del Covid y el último terremoto golpean sin piedad las precarias condiciones de vida de los haitianos, que dependen de la economía informal para sobrevivir, provocando pérdida de trabajo, empobrecimiento de la población y un aumento de la desnutrición infantil.

Ante tantas calamidades, la resistencia de la población haitiana para hacer frente a las adversidades está “al límite”. Al menos 1,5 millones de niños precisan asistencia humanitaria urgente.

Sobre la Fundación NPH

La Fundación Nuestros Pequeños Hermanos nació en 1954 cuando un niño fue arrestado por robar la caja de limosnas de una parroquia en Cuernavaca (México). Uno de los sacerdotes, el estadounidense William Wasson, no estuvo dispuesto a presentar cargos contra él, así que decidió pedir su custodia. Una semana después, un juez le encomendó el cuidado de ocho muchachos desamparados más y, a finales de año, el número de pequeños a los que dedicaba su tiempo ya se había multiplicado por cuatro. Y de esta iniciativa nació la Fundación, que este año celebra su 67 aniversario, habiendo asistido en 2021 a más de 100.000 niños en nueve países de América Latina (México, Honduras, Haití, Nicaragua, Guatemala, El Salvador, República Dominicana, Perú y Bolivia). Actualmente, dispone de una red formada por 9 hogares de acogida y 17 oficinas de captación de fondos –estas últimas repartidas por tres continentes– que hacen más llevadera la realidad de un total de 3.000 niños. https://fundacion-nph.org/

Para más información o entrevistas, puedes contactar con ATREVIA:
Ainhoa Leyton
[email protected]
Tel. 667 631 681

Encuentros con Haití

Una mesa redonda que contará con el testimonio de la Dra. Jacqueline Gautier y Billy Jean,ambosprocedentes de NPH Haití. Compartirán su historia personal y la situación que se vive en Haití, las causas de un drama humanitario originado por causas políticas, económicas, sociales, y el reciente terremoto en Haití, y cómo NPH está sosteniendo la esperanza de todo un país a través de sus programas de ayuda a la comunidad.

La Dra. Jacqueline Gautier es la directora ejecutiva del St. Damien pediatric hospital en Haití, el único hospital especializado en bebés y niños entre los 0-16 años. Toda una referencia médica en el país más pobre de América que cuenta con algo más de 11 millones de habitantes  La Dra. Jacqueline, además, ha sufrido la pérdida de su marido durante el terremoto del 2010, y el secuestro de una de sus hermanas hace unos meses.

Billy Jean procede de uno de los barrios marginales de Pto. Príncipe, con la ayuda de NPH fue acogido en el hogar Kay St. Hèléneen Pto. Príncipe, completó su educación básica y accedió posteriormente a la universidad en Haití, donde se graduó en leyes. Becado en 2021 por la fundación NPH y la escuela ISDE de Barcelona, cursa un máster en leyes internacionales, que incluye una formación práctica en 2 bufetes de abogados internacionales de Madrid.

Fecha:  jueves 16 de septiembre, de 20:00 a 21:00 hs.

Lugar: Cosmocaixa (C/Isaac Newton 26, 08022 de Barcelona)

Reserva de plazas en [email protected] – 934342029 – 639153153  (90 plazas disponibles por riguroso orden de inscripción). 

Entrada gratuita (presencial y por streaming).

Una familia desolada por el terremoto

Jean Max cuenta del sufrimiento de su familia

Jean Max
Jean Max

Jean Max es un joven radiólogo que estudió medicina con especialidad en radiología con una beca procedente de la fundación NPH en España, con fondos que se recibieron durante el terremoto del 2010 en Haití. Jean Max estaba decidido a ayudar a su país, pero quería estar preparado para hacerlo, así que decidió estudiar en una de las pocas universidades que quedaron en pie en Puerto Príncipe tras esta catástrofe humanitaria.

Hace unos años que trabaja como radiólogo en Puerto Príncipe, desde el St. Damien Pediatric hospital, interpretando y ofreciendo diagnósticos en el área de maternidad y ginecología, entre otras áreas. Se siente feliz de poder contribuir a mejorar las condiciones de vida de su país.

Jean Max ha sufrido en primera persona lo que muchos haitianos han experimentado tras el terremoto del pasado 14 de agosto, la angustia de saber si una parte de su familia que vivía en el sud oeste del país había sobrevivido al seísmo, concretamente en la zona de Les Cayes, pero en el campo, en Perenie.

La pérdida de todo

Casa de la familia de Jean Max
Casa de la familia de Jean Max

Las primeras noticias que recibió fueron que sus tíos habían perdido su casa, así como sus pertenencias personales, todo cuanto habían cosechado durante su vida. Jean Max recibió la noticia del fallecimiento de un tío suyo durante el terremoto.

Un gang impide la visita

Días más tarde, decidió desplazarse junto a un primo y un tío suyo a Perenie, para visitar y apoyar a su familia, pero no pudo alcanzar a verlos, debido a la presencia de un gang que controla la ruta terrestre a Les Cayes, a nivel de Martissant. “Nos impidieron el paso a la zona damnificada, donde se encuentra mi familia, una verdadera catástrofe”, explica Jean Max.

Tras comunicarse con ellos por teléfono, ha podido comprobar, con las imágenes que le han enviado por WhatsApp, que su familia lo ha perdido todo: vivienda, jardín, animales, y enseres personales.

Casa destrozada de la familia de Jean Max
Casa de la familia de Jean Max

Necesitan un refugio donde vivir y resguardarse de las tormentas tropicales, sábanas, una nueva casa, y todo lo necesario para recuperar su vida. Emocionalmente han sufrido la pérdida de un ser querido, y esto lo tendrán que gestionar como puedan en estos momentos de emergencia humanitaria.

La ayuda todavía por llegar

Se encuentran sobreviviendo en el campo, en la zona de Perenie, una zona aislada de la ayuda internacional ya que esta está llegando, pero principalmente a las grandes ciudades, como Jeremies y Les Cayes.

Esperan que NPH Haití pueda apoyarlos a recuperar su trágica situación personal, provocada por el terremoto del pasado 14 de agosto. NPH Haití está evaluando la situación en la que se encuentran decenas de familias como las de Jean Max, para llevar nuestra ayuda con la máxima celeridad posible, dadas las circunstancias.

Más de 1.5 millones de damnificados siguen viviendo situaciones dramáticas similares, y están esperando nuestra ayuda.

Relato de un testigo ocular

Entrega de suministros médicos

El padre Enzo es sacerdote pasionista, quien vivió 5 años en Haití a partir del 2014, para ofrecer asistencia espiritual y programas de formación a los niños, jóvenes y familias más vulnerables de Haití. Colaboraba muy activamente con la Fundación St. Luke y NPH Haití. A raíz del terremoto regresó a Haití para ayudar a los damnificados por el seísmo.

Queridos amigos,

Como todos sabéis, el pasado 14 de agosto, el suroeste de Haití fue golpeado por un terremoto de magnitud 7,2. Inmediatamente empaqué mis cosas y tomé el primer vuelo disponible para bajar y tratar de dar asistencia a este país que ha sido mi hogar durante 6 años.

Padre Enzo con un niño haitiano

El 16 de agosto, junto con el padre Rick Frechette, un sacerdote, un médico y miembros haitianos de la Fundación San Luke para Haití, fuimos a la zona de Les Cayes para evaluar la situación y entregar suministros médicos a los heridos.

Bloqueos de calles por gangs

El viaje en sí fue un reto. Desde Puerto Príncipe hasta Les Cayes hay que conducir a través de Martissant, una zona controlada por gangs. Parece una zona de guerra, con coches quemados bloqueando las calles, y vehículos blindados de la policía a lo largo de la carretera principal intentando proteger el paso.

“Somos víctimas”

Una vez que pasamos Martissant, pensamos que el resto del viaje iba a ser seguro. En cambio, nos encontramos con otros tres bloqueos de carretera hechos con ramas y piedras en Aquin, Saint-Luis-du-Sud y Cavaillon. Hombres armados con carteles que decían “nou se victim” (somos víctimas) rodearon nuestros coches en busca de comida y dinero.

Aunque pudimos pasar porque vieron que sólo llevábamos material médico, no se permitió el paso a los vehículos de la OMS y el UNICEF.

En cada control de carretera nos deteníamos y caminábamos para hablar con cada grupo y escuchar sus necesidades y razones. No es fácil de explicar, pero uno de los puntos principales era que toda la ayuda va siempre a los principales centros urbanos y apenas llega a los lugares remotos.

Un grito desesperado

Intentamos decirles que esta forma de actuar no es ciertamente la solución, pero pude entender su grito desesperado y les prometimos que intentaríamos ayudar a los afectados por el terremoto también en esas zonas más rurales.

Devastación en el campo

El cartel “nou se victim” sigue presente en mi mente. Después de llegar a Les Cayes y entregar material médico a las clínicas locales, decidimos adentrarnos en las montañas hasta llegar a lugares a los que sólo se puede llegar en mula o a pie. Mientras atravesábamos las montañas nos dimos cuenta de lo fácil que es dejarse engañar por lo que parece desde la carretera principal y los centros. Nos encontramos con lugares en los que el terremoto y la tormenta han provocado desprendimientos en las casas mal construidas (normalmente hechas sólo con algo de madera y barro), están totalmente destruidas y arrastradas por la corriente, y, lo que es más sorprendente, vimos de primera mano las numerosas víctimas y heridos entre los habitantes.

También me conmovió la historia de una niña que quedó enterrada en los escombros hasta el cuello y cómo los vecinos pudieron sacarla con las manos desnudas bajo la lluvia torrencial.

Lo que más necesitan y desean con urgencia es un techo.

Padre Enzo

Al hablar con muchas personas nos dimos cuenta de que lo que más necesitan y desean con urgencia es un techo. En estas situaciones, el enfoque más humanitario de la ayuda no es necesariamente médico, y no se trata de construir ciudades de tiendas de campaña, sino de ayudarles a poner techos a sus casas existentes.

También he estado en contacto diario con monseñor Decoste, obispo de Jeremie, y he podido visitarle, así como más lugares afectados por el terremoto.

Serví aquí durante dos años para ayudar después del huracán Mathew en 2016 y me rompió el corazón ver cómo todo parecía como si las cosas volvieran a su sitio después de ese huracán.

Muchas iglesias, centros parroquiales, escuelas y clínicas quedaron completamente destruidas.

El Obispo está buscando la manera de reconstruirlos porque estos lugares son más que lugares de culto, de atención a los enfermos y de educación: son signos de esperanza que fomentan la solidaridad entre los ciudadanos y les permiten sobrevivir y prosperar por sí mismos.

Quiero expresar mi profunda gratitud a quienes se pusieron en contacto conmigo para preguntarme por la situación y asegurarme sus oraciones.

Los haitianos no se rinden

A pesar de la nueva ola de COVID, del asesinato del presidente, de la escalada de la delincuencia y los secuestros, del cansancio económico por el alto coste de la vida, del terremoto, de la tormenta tropical, nuestros hermanos y hermanas haitianos nunca se rinden y siempre me sorprende su esperanza y su gratitud hacia Dios.

Con la pérdida de sus hogares y de sus vidas, a la pregunta “¿Cómo estás?”, su respuesta es siempre “Gras a Dye” (Gracias a Dios). A veces podemos olvidar lo bendecidos que somos y que debemos estar agradecidos a Dios.

Estoy seguro de que una muy buena manera sería ayudando a nuestros hermanos y hermanas haitianos.

¡Paz!

Padre Enzo