De estudiante a profesora en la escuela de NPH

Mirlanda* tenía solo tres años cuando comenzó el jardín de infantes en la escuela de NPH Haití. Hoy, es una joven segura y educada que trabaja como maestra en esa misma escuela, gracias a la ayuda de NPH, pero sobre todo a su resiliencia.

Comienzos difíciles

Haití es el país más afectado por la pobreza en América Latina y el Caribe, con el 80% de la población viviendo por debajo de la línea de pobreza. Muchos de los derechos de los niños en el país son vulnerados, además de sufrir inseguridad, falta de atención médica y desnutrición. El área donde Mirlanda vive y trabaja actualmente está bajo el control de las pandillas armadas.

Su mentor en NPH explica: “El desafío actual para esta joven es luchar por un lugar en la sociedad con todas las dificultades sociopolíticas en la actualidad. Cada día las cosas se están volviendo más complicadas aquí en Haití “.

A pesar de la situación económica y política en Haití, los programas NPH, tanto residenciales como en la comunidad, continúan operando para ayudar a los niños y niñas que viven allí.

LA EDUCACIÓN ES UN DERECHO HUMANO

La educación es un derecho humano, un bien público y una responsabilidad colectiva. Cuando se adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la comunidad internacional reconoció que la educación es esencial para el éxito de sus 17 objetivos. El Objetivo número 4 de Desarrollo Sostenible tiene, concretamente, como objetivo “garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos” para el año 2030.

Citando a Naciones Unidas: Sin una educación de calidad, inclusiva y equitativa para todos y de oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida, los países no lograrán alcanzar la igualdad de género ni romper el ciclo de pobreza que deja rezagados a millones de niños, jóvenes y adultos.

Creciendo en la familia NPH

Tras acompañar a una de sus hermanas de pequeña al hospital, Mirlanda se contagia de tuberculosis, pero lucha junto al tratamiento para curarse. La historia de Mirlanda se mezcla con la de NPH cuando de muy joven encuentra una segunda oportunidad dentro de nuestro programa St. Helene, uno de los hogares residenciales de NPH Haití en las montañas, allí encuentra una segunda familia donde se la apoya y se la ofrece unas oportunidades para desarrollarse. Mirlanda estudió primaria y secundaria en la misma escuela que St. Helene tiene abierta a la comunidad. En St. Helene residen unos 430 niños que viven allí, así como 350 niños que vienen a la escuela desde las comunidades locales cada día.

Mi nombre es Mirlanda. Soy una joven beneficiaria de los programas de NPH Haití”, explica,” crecí en St. Helene, uniéndome a una edad muy temprana donde me ofrecieron salud, educación y todo tipo de ocio. A lo largo de mi estadía en St. Helene, viví una experiencia muy hermosa y aprendí a compartir, amar y comprender mejor a los demás“.

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Devolviendo con amor

Ahora, soy estudiante universitaria, gracias al apoyo de todos nuestros donantes”, continúa, “hoy, trabajo como maestra en la escuela NPH, quiero contribuir en la educación de mi país. En nombre de cada uno de estos niños y niñas, muchas gracias a todos nuestros donantes y padrinos. Gracias por permitirles realizar sus sueños “.

El analfabetismo en Haití sigue siendo uno de los más altos de América Latina y el Caribe, alrededor del 50% de los niños y niñas en edad de escolarización obligatoria no están matriculados en la escuela. La infraestructura escolar en el país es pobre y el conflicto armado agravan la situación, haciendo cerrar a muchas escuelas u obligando a muchos niños a quedarse en sus hogares sin poder llegar. Las escuelas de NPH son clave para apoyar a las familias y empoderar a niños y niñas, además todos los niños que atienden nuestras escuelas reciben dos comidas y atención médica regular para asegurar su bienestar.

Durante estos últimos años de violencia y aumento del conflicto armado hemos tenido que cerrar momentáneamente alguna de nuestras escuelas, sobre todo las ubicadas en la capital, pero nuestro objetivo es ofrecer un lugar protegido y seguro donde trabajadores y niños puedan atender y mantener sus derechos más básicos. Ofrecer un lugar donde su presente y su futuro sea la prioridad.

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*Nota de privacidad: los nombres de los niños, marcados con un asterisco, se han cambiado para proteger su privacidad.

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