Formando logopedas en Honduras

Alba (Valencia) y Alicia (Mallorca) hace mucho tiempo que querían participar en un proyecto en el ámbito de la logopedia. Al ser su profesión, realizarlo en este campo era la mejor opción a la que querían optar. Decidieron que sus vacaciones de verano viajarían a Honduras para llevar a cabo un proyecto de formación en la logopedia, y sin más dudas se embarcaron en esta aventura.

NPH Honduras - Testimonio voluntario - Logopedia
Alba y Alicia jugando con los pequeños de la casa

La asistencia logopédica es, en muchos casos, una necesidad fundamental. Disponer de un lenguaje funcional, ya sea oral, escrito o pictórico, que te permita comunicarte con el mundo que te rodea debería ser un derecho incuestionable. Lamentablemente, la realidad nos demuestra que no es así, pues la logopedia se convierte en un lujo para aquel que se lo puede permitir. Además, en algunos países como Honduras, estos estudios son muy recientes hasta tal punto que, los primeros estudiantes todavía no se han graduado. Es por este motivo que la población tiene difícil acceso a este servicio.

Para Alba y Alicia poder aportar su grano de arena para favorecer la logopedia para todos ha sido y es su prioridad.

¿Qué os convenció de hacer el proyecto con NPH? ¿Cómo nos encontrasteis?
Inicialmente, eran diversos los aspectos que considerábamos importantes para escoger la organización en la que desarrollar el proyecto; pues, lamentablemente, en este ámbito es común la existencia de gestiones poco favorables que nos llevan a conflictos éticos. Conocíamos NPH desde hacía un tiempo y teníamos buenas referencias. Además, su funcionamiento nos permitía llevar a cabo el proyecto respetando nuestras ideas.

era fundamental asegurar la continuidad del proyecto, motivo por el cual lo enfocamos a la formación de los profesionales que trabajan directamente con los niños en NPH

También debíamos tener en cuenta que en el ámbito logopédico no es fácil realizar una intervención puntual y de corta duración con el alumno/paciente que conlleve resultados a largo plazo. Consideramos que era importante que el trabajo realizado fuese útil y tuviese repercusiones positivas en el contexto donde fuese desarrollado. Para ello, era fundamental asegurar la continuidad del proyecto, motivo por el cual lo enfocamos a la formación de los profesionales que trabajan directamente con los niños en NPH.

NPH Honduras - Testimonio voluntario - Logopedia
Dando formación a los profesores de la escuela

¿Cuál era vuestro objetivo al terminar el mes?
El objetivo del proyecto fue proporcionar las herramientas adecuadas al equipo de profesionales del centro responsables de la prevención, identificación, evaluación e intervención en las dificultades en el aprendizaje de la lectoescritura para poder llevar a cabo estas funciones.

Paralelamente, hemos ido observando los distintos contextos dentro de NPH Honduras para identificar posibles necesidades a nivel logopédico y así poderlas abordar en un futuro próximo.

¿Qué os sorprendió más al llegar a NPH?
Es complicado seleccionar una de las infinitas cosas que nos sorprendrió al llegar. Creemos que nadie quedaría indiferente al tamaño del rancho (la propiedad); y no hablamos únicamente del par de miles de hectáreas que se expanden en todo el recinto, sino de la cantidad de niños y de personal que en él conviven, del abastecimiento de recursos que asegura cubrir las necesidades básicas de los chicos y la increíble organización que permite que todo fluya adecuadamente.

NPH Honduras - Testimonio voluntario - Logopedia
Con el staff de NPH Honduras tras un día de formación

¿Alguna anécdota o historia para compartir?
La intervención a nivel comunicativo en niños con dificultades severas que no presentan lenguaje oral es una de las necesidades logopédicas del Rancho. Con frecuencia, se tiende a pensar que estos niños no entienden, que no son capaces de comprender una caricia, una mirada o una palabra.

Uno de los chicos que presenta tales dificultades y que no dispone de un Sistema Alternativo de Comunicación (SAC) nos sorprendió gratamente el último día que estuvimos en el Rancho. Nos encontramos con él de camino a la escuela. Vestía con camisa y le dijimos que estaba muy guapo. Se sonrojó y nos dedicó una sonrisa, comprendiendo perfectamente aquello que le transmitíamos. Aquella sonrisa fue una pequeña gran muestra de aquello que desde el primer día intentamos transmitir a los profesionales del centro. Si bien es cierto que, con frecuencia, la falta de respuesta por su parte nos encamina a caer en el error de pensar que no nos comprenden, las personas con este tipo de dificultades nos necesitan, necesitan escuchar palabras, comunicarse – recibir y transmitir – y sentir afecto y cariño, del mismo modo que lo necesitamos cualquier otro ser humano del planeta.

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