La discapacidad no define el valor de una persona, y la historia de Karen, una niña con parálisis cerebral infantil, es un recordatorio de que todos merecen las mismas oportunidades. En NPH Guatemala, se trabaja cada día para asegurar que niñas como Karen y sus familias reciban el apoyo necesario para superar las barreras que la sociedad les impone.

Mayra vive en la comunidad de Durazno junto a su hija Karen, una niña con discapacidad. La vida de Mayra cambió drásticamente cuando NPH Guatemala llegó a su vida. Gracias al programa de apoyo del Centro Comunitario de NPH Guatemala, Karen pudo acceder a terapias especializadas, herramientas de movilidad como una silla y un verticalizador, y un espacio donde recibir el cuidado integral que necesita.
El proceso no ha sido fácil. Para asistir a las terapias dos veces por semana, Mayra tiene que cargar a su hija para tomar el transporte público, pero su fuerza y determinación nunca se han debilitado. Sin un trabajo estable debido al cuidado que Karen requiere, Mayra recibe el apoyo de su familia y de NPH, que cubre las terapias que de otro modo serían inaccesibles para ella.
“En la discapacidad todos valemos por igual” dice Mayra. “La comunidad puede ver ahora que una niña con discapacidad puede ir a la escuela cuando al principio no la aceptaron. Ahora la gente se sorprende de ver a Karen en la escuela, yo sola sin NPH no podría haberlo conseguido”.
Puedes ver el vídeo con el testimonio de Karen a continuación con la participación de Mayra y Benilda:
Rompiendo Barreras: El Derecho a la Educación
Uno de los mayores retos fue asegurar que Karen pudiera ejercer su derecho a la educación. Cuando NPH Guatemala intentó matricularla en las escuelas locales, varias de ellas la rechazaron debido a la falta de recursos y formación para atender a niños con discapacidad. Sin embargo, con la perseverancia de Mayra y el equipo de NPH, Karen finalmente fue aceptada en la escuela de Durazno.
Desde entonces, Karen ha abierto un camino para otros niños con discapacidades en su comunidad. A pesar de la resistencia inicial de la escuela y las limitaciones de infraestructura, como la falta de rampas, ahora sus compañeros la incluyen en las actividades diarias. Incluso el maestro de educación física ha adaptado las clases para que Karen pueda participar desde su silla de ruedas. Gracias a talleres de capacitación organizados por NPH, los maestros han aprendido cómo atender mejor a Karen y a los estudiantes con necesidades especiales.
Uno de los trabajos principales del Centro Comunitario es llevar los servicios directamente a la comunidad, creando una red interinstitucional y en esta red NPH Guatemala se alía con la Oficina municipal de discapacidad de Chimaltenango donde está ubicado el Centro Comunitario. En la actualidad el Centro Comunitario es el único ofreciendo estos servicios sociales en Chimaltenango.

Un Futuro Brillante para Karen y Otros Niños
Karen es la pionera de su comunidad. Su ejemplo no solo ha inspirado a sus compañeros y maestros, sino que también está ayudando a visibilizar a otros niños y niñas con discapacidades en Durazno. Cada día, Karen asiste a la escuela con una sonrisa, apoyada por su madre, quien ha sido capacitada como maestra sombra para acompañarla en su aprendizaje. La aceptación que ahora experimenta Karen es un triunfo para ella, para su familia y para toda la comunidad.
NPH Guatemala, en alianza con instituciones como el Hospital San Pablo II, asegura que niños como Karen reciban atención médica especializada, algo crucial en un país donde estos servicios son costosos y difíciles de acceder.

El trabajo que realiza NPH Guatemala ha sido clave para que Karen y otros niños con discapacidades puedan disfrutar de sus derechos a la educación y a una vida digna. Pero aún hay mucho por hacer. Las barreras sociales y económicas siguen siendo un desafío, y cada día más niños necesitan de nuestro apoyo.
Benilda, la trabajadora social de NPH, espera que el ejemplo de Karen impulse a otras familias de la comunidad a sacar a sus hijos e hijas con discapacidad, ya que muchas veces los esconden, que Karen sea el impulso y el ejemplo para que cada vez más niños puedan ejercer sus derechos.
Si te ha conmovido la historia de Karen, te invitamos a que formes parte de este cambio. Tu donación puede apoyar el Centro Familiar Comunitario de NPH Guatemala donde se atienden a más de 500 niños, niñas y jóvenes, tú puedes marcar la diferencia en la vida de muchas familias. Juntos, podemos continuar construyendo un futuro más inclusivo para todos.